Acuicultura

Los signos de la enfermedad proliferativa del riñón en el salmón y cómo evitarla

22 marzo 2022

La enfermedad proliferativa del riñón (o PKD, por su sigla en inglés Proliferative Kidney Disease) es una de las enfermedades de mayor relevancia económica para los centros de cultivo de salmónidos, con niveles de mortalidad que pueden llegar al 100%. Esta enfermedad es causada por un endoparásito, el mixozoario Tetracapsuloides bryosalmonae, que vive en agua dulce y afecta principalmente a la trucha arcoíris y al salmón de cultivo. Es común que haya episodios anuales de la enfermedad proliferativa del riñón durante los meses más cálidos. Por lo tanto, el equipo de médicos veterinarios debe ser capaz de diagnosticar, controlar y prevenir el problema para evitar grandes pérdidas en la etapa de agua dulce de la salmonicultura.

enfermedades en tilapia
La enfermedad proliferativa del riñón (PKD, por su sigla en inglés) es una amenaza creciente que podría devastar la producción de salmón, con una mortalidad del 100%

Los signos clínicos inespecíficos de la enfermedad proliferativa del riñón son un desafío para la salmonicultura

El artículo “Proliferative kidney disease in salmonid fishes”, publicado en el Annual Review of Fish Diseases, presenta la enfermedad proliferativa del riñón como la enfermedad parasitaria de acción sistémica más grave, y al mismo tiempo menos comprendida, que afecta a la producción de salmón. El estudio explica que la comprensión de la enfermedad es limitada debido a que el ciclo de vida del mixozoario Tetracapsuloides bryosalmonae y la interacción de este parásito con el pez huésped son bastante complejos.

En la publicación también se afirma que parte de la dificultad de la enfermedad proliferativa del riñón es poder identificar los signos clínicos. Además, se puede observar una amplia gama de manifestaciones externas dependiendo de la gravedad del cuadro de PKD. Después del contagio, el Tetracapsuloides bryosalmonae se mantiene en la sangre y el riñón de los peces, provocando una respuesta inflamatoria crónica y sistémica.

En infecciones leves y moderadas, los peces pueden incluso permanecer asintomáticos. Sin embargo, en los brotes severos, los signos pueden ser inespecíficos, incluyendo melanosis, exoftalmia bilateral, distensión abdominal, branquias pálidas debido a la anemia e infecciones secundarias de otros patógenos que abren la puerta a muchos otros problemas. La anemia se señala como la principal alteración fisiopatológica observada en esta enfermedad de los peces.

La principal manifestación interna es la inflamación y el cambio de coloración de los riñones. El mixozoario provoca una respuesta inflamatoria debido a la proliferación celular en el riñón y el bazo. El riñón puede aumentar de volumen hasta 10 veces o más y volverse de color púrpura rojizo o gris. Esta variación de color depende de la etapa de la enfermedad y de cuánto se vio afectado el sistema vascular. El diagnóstico de PKD a menudo solo se confirma con un examen microscópico de tejidos post mortem.

La mortalidad de los peces en los brotes severos de PKD puede llegar al 100% 

El artículo publicado en el Annual Review of Fish Diseases informa que la tasa de mortalidad de los peces en casos no complicados de enfermedad proliferativa del riñón es del 20% o menor. Pero es común que los períodos peak de PKD coincidan con la presencia de patógenos secundarios y condiciones ambientales desfavorables para la enfermedad y, por lo tanto, la mortalidad de los peces puede llegar al 95% o al 100%.

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Los casos de enfermedad proliferativa del riñón tienden a aumentar con el calentamiento global

La enfermedad proliferativa del riñón se vuelve más común en los meses más cálidos, cuando el agua está por  sobre los 15 grados. Sabiendo esto, el estudio «Life cycle complexity, environmental change and the emerging status of salmonid proliferative kidney disease«, publicado en la Freshwater Biology, plantea la discusión de que ya hay evidencia de que el calentamiento global exacerba los brotes de PKD.

Por esta razón, la enfermedad proliferativa del riñón se considera una enfermedad emergente, que debe ser motivo de preocupación para el cultivo de salmones y otros salmónidos. Además de los registros que indican una mayor prevalencia de PKD, el artículo señala que la enfermedad puede estar manifestándose de una nueva forma en respuesta a los cambios ambientales. Hace algunas décadas, la enfermedad no causaba mayores problemas para la producción de salmón y ahora se ha convertido en una gran amenaza.

El manejo de la calidad del agua puede prevenir la enfermedad proliferativa del riñón en la producción de salmón

Puesto que aún no existe un tratamiento farmacológico para la poliquistosis renal, los esfuerzos deben centrarse en la prevención. No existe una fórmula sencilla para prevenir la enfermedad proliferativa del riñón en la salmonicultura. Sin embargo, el estudio “Influence of water quality on the outbreak of proliferative kidney disease – field studies and exposure experiments”, publicado en el Journal of Fish Diseases, apunta en una dirección: la calidad del agua. El artículo concluye que existe una correlación entre la contaminación orgánica del agua y la presencia del invertebrado Filo Bryozoa (o Ectoprocta) con brotes de PKD.

Por lo tanto, la producción de salmón debe garantizar que el manejo de la calidad del agua en la etapa de agua dulce sea el adecuado para el cultivo de peces, para evitar y controlar la proliferación del endoparásito Tetracapsuloides bryosalmonae. Si bien no existe una vacuna para prevenir la enfermedad proliferativa del riñón, un buen manejo sanitario es la respuesta para eliminar los patógenos del ambiente.

Se concluye, por tanto, que la enfermedad proliferativa del riñón es una amenaza cada vez más seria para la salmonicultura, ya que la enfermedad puede llegar a una mortalidad de un 100% se acentúa por los efectos del calentamiento global. Para evitar brotes de PKD y, en consecuencia, pérdidas en la producción del salmón, el centro de cultivo debe seguir un estricto manejo sanitario a fin de garantizar la calidad del agua y frenar la proliferación de patógenos. La bioseguridad es fundamental para prevenir no sólo la PKD, sino cualquier otra enfermedad causada por agentes patógenos, como lo es el caso de la Septicemia Rickettsial del Salmón (SRS), una de las principales enfermedades de agua de mar que afectan a la especie en Chile y que es causada por una bacteria.