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Cómo aplicar la vacuna de Newcastle en aves

La vacuna de Newcastle es la principal forma de control de esta enfermedad, una infección viral que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, causa pérdidas significativas en granjas de aves. Hay diferentes tipos de inmunizantes para la prevención de la enfermedad de Newcastle, por ejemplo, vacunas vivas, inactivadas y vectorizadas. Siendo así, el médico veterinario es responsable de elegir la ideal, teniendo en cuenta factores como grado de virulencia del virus presente en la región y ventajas que la vacuna puede traer para todo el proceso de inmunización. Esto lo explica el biólogo especialista en Avicultura y Patología de Aves, Francisco Ríos, quien aclaró las principales dudas sobre la aplicación de la vacuna de Newcastle en aves. ¡Lea a continuación!

Vacuna de Newcastle

De virus vivo, inactivadas y vectorizadas: los principales tipos de vacuna de Newcastle para aves

El éxito de un esquema de vacunación empieza por la elección del inmunizante que se utilizará. Para controlar la enfermedad de Newcastle, el médico veterinario tiene a su disposición varios tipos de vacuna, los cuales se diferencian no solo por la tecnología aplicada, sino también por su forma de administración. El biólogo Francisco Ríos resalta que los tres tipos principales son las vacunas de virus activo, las inactivadas y las vectorizadas.

«Las vacunas de virus vivo, generalmente, se formulan con virus de tipo B1 (Hitchner B1 y La Sota), los cuales se replican en el tracto respiratorio, que es la vía de entrada de los virus de campo. Al mismo tiempo, también hay vacunas enterotrópicas, las cuales, como su nombre lo indica, se replican en el tracto digestivo. En segundo lugar, tenemos las vacunas inactivadas, generalmente formuladas con los mismos virus, pero químicamente inactivadas y con adyuvantes generalmente oleosos. En algunos países, particularmente en Asia y África, se utilizan vacunas formuladas con virus más virulentos», explica.

«Y, en tercer lugar, están las vacunas vectorizadas, en las cuales, mediante métodos de ingeniería genética, se inserta un virus denominado ‘vector’ en un gen de otro virus, en este caso, la enfermedad de Newcastle. Este gen es el que expresa el antígeno que estimula la respuesta inmune contra los virus que causan la enfermedad. De esta manera, el organismo del ave desarrollará una inmunidad específica contra el virus vector y contra el antígeno foráneo expresado por el gen insertado», completa el especialista.

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El nivel de infección y el bienestar animal son factores que determinan la elección de la vacuna de Newcastle que se administrará en las aves

Para elegir el tipo de vacuna de Newcastle que se utilizará en el esquema de vacunación, el veterinario debe tener en cuenta diferentes factores. El primero, según Francisco Ríos, es la capacidad de penetración del virus. «Lo más importante es conocer el nivel de presión de infección en la granja, principalmente con base en la virulencia del virus que circula en el área o región. Por ejemplo, hay muchas regiones o países en los cuales circulan solamente los virus de origen vacunal, los cuales no se espera que se vuelvan más virulentos. Por lo tanto, las opciones de vacuna son, generalmente, muy similares a los virus circulantes, aunque las vacunas vectorizadas recombinantes también se pueden considerar», afirma.

El biólogo también resalta que, en regiones donde las cepas más virulentas estén presentes, se recomiendan las estrategias con vacunas de virus vivos. «Se pueden aplicar vacunas inactivadas o vectorizadas, generalmente, con el uso estratégico de vacunas de virus vivo. Este último es importante porque las vacunas vivas desempeñan un papel fundamental en la estimulación de la inmunidad en la vía de entrada de los virus de campo (mientras que las vacunas inactivadas no lo hacen). Además, estimulan una respuesta inmune rápidamente, lo cual es importante al utilizar vacunas vectorizadas para proteger a las aves, mientras la respuesta inmunológica se desarrolla, en general, alrededor de la cuarta semana de vida del ave», explica Ríos.

Asimismo, el especialista resalta el bienestar animal y la optimización del trabajo de los médicos veterinarios como puntos determinantes en la elección de la vacuna de Newcastle. «Además, el uso de vacunas inactivadas tiene dos problemas inherentes a ellas. El vehículo oleoso es irritante y puede causar dolor, lo cual puede evitar que el ave consuma alimento, afectando su desempeño. De igual manera, requieren aplicación individual por inyección, lo cual provoca un aumento en el costo en la mano de obra e incrementa el nivel de estrés debido al exceso de personal en los galpones, al contacto manual con cada ave, etc. Por esta razón, actualmente, las vacunas recombinantes son un factor que vale la pena tener en cuenta», indica.

Entre los tipos de vacuna de Newcastle en aves, el más indicado para el control del virus es la que utiliza el vector HVT

Entre las vacunas de Newcastle disponibles en el mercado, hay inmunizantes de administración oral, en spray y de aplicación subcutánea. Desarrolladas con el vector herpesvirus de pavo (HVT), utilizado como vector en la fórmula de la vacuna recombinante de la enfermedad de Marek, las vacunas vectorizadas son señaladas por Francisco Ríos como las más beneficiosas para la inmunización de las aves.

«La gran ventaja de las vacunas que utilizan el vector HVT, como Innovax®, es que esta reemplaza a las que se utilizan normalmente para el control de la enfermedad de Marek, las cuales están formuladas con un virus HVT convencional que se aplica en la planta de incubación. Esto trae muchas ventajas, por ejemplo: las vacunas HVT se reconstituyen en un diluente acuoso, a diferencia de las inactivadas, en las que el vehículo es oleoso, y es mucho más sencillo y práctico supervisar un equipo de vacunación que está en un solo lugar que supervisar un equipo que va de una granja a otra, lo cual, además, constituye un riesgo sanitario», afirma.

Sin embargo, Ríos destaca que el uso de las vacunas de Newcastle en spray puede ser necesario como estrategia para minimizar efectos colaterales y reforzar la inmunidad de las gallinas ponedoras. «Por otro lado, como lo mencioné anteriormente, en áreas con baja circulación de virus vacunales, las vacunas de virus vivos pueden omitirse y dejar solamente la vacuna recombinante, de tal forma que la parvada no sufra con reacciones respiratorias postvacunales. Y, en el caso de áreas con circulación de virus más virulentos, es necesario aplicar una vacuna de virus vivo en la planta de incubación, de preferencia en spray, para que complemente la inmunidad materna hasta que se establezca la inmunidad por la vacuna recombinante», indica Ríos.

Además de la forma de aplicación, es necesario que el médico veterinario esté atento a las buenas prácticas de bioseguridad durante la administración de la vacuna de Newcastle. Se debe consultar el prospecto del inmunizante para guiar las acciones del profesional antes, durante y después de la vacunación, ya que los frascos y ampolletas utilizados requieren de un desecho específico.

La inmunización en dosis única y la posibilidad de vacunación in ovo también son beneficios de las vacunas vectorizadas 

Las vacunas Vectorizadas también se destacan entre los demás tipos de inmunizantes puesto que permiten la inmunización en una sola dosis, lo cual, según Ríos, aumenta el bienestar del animal. «Al aplicar Innovax®, se puede omitir el uso de vacunas oleosas, las cuales, como ya mencioné, aumentan el costo de mano de obra y el estrés en las aves. Y, al aplicar una vacuna de virus vivo en spray en la incubadora en zonas de circulación de virus más virulentos, es posible omitir revacunaciones, lo cual favorece el ahorro puesto que evita reacciones postvacunales que son más costosas a medida que las aves crecen», manifiesta.

La vacuna de Newcastle con vector HVT también puede utilizarse en la vacunación in ovo, lo cual proporciona un desarrollo temprano de la inmunidad al virus, además de representar un menor costo económico. «En zonas de bajo desafío, aplicar Innovax® vía in ovo ofrece dos grandes beneficios. En primer lugar, se requiere mucho menos personal para operar el equipo in ovo, favoreciendo así mucho más ahorro en mano de obra. Y, en segundo lugar, principalmente en zonas de alto desafío debido al virus de la enfermedad de Marek, está comprobado que la aplicación in ovo permite establecer la inmunidad de forma más temprana, lo cual es muy importante para la protección contra esta enfermedad.

En síntesis, la forma en la que se aplica la vacuna de Newcastle en aves dependerá del tipo de vacuna elegida para realizar la inmunización en la granja. Para elegir el tipo más adecuado, es esencial analizar la virulencia del agente infeccioso que circula en la región y la vía de administración en aves que generará menos estrés en el animal y mejor optimización del procedimiento.

* Francisco Ríos es graduado en Biología de la Universidad Autónoma de Coahuila. Tiene especialización en Avicultura de la Universidad Nacional Autónoma de México y en Patología de Aves del Dutch Animal Health Service. Tiene más de 32 años de experiencia en la producción y diagnóstico de aves y es Gerente Técnico Nacional –  México de Avicultura en MSD Salud Animal.