Ganadería

Problemas de comportamiento del bovino como indicadores de salud y bienestar

El uso de animales en sistemas productivos, tiene importantes connotaciones éticas, productivas y económicas. Cada vez existe mayor preocupación por el Bienestar Animal a nivel mundial, y para abordarlo es fundamental comprender las causas, funciones e importancia de los patrones conductuales típicos de las especies.

En el caso de los bovinos, existe un gran interés en el uso del comportamiento como un indicador de bienestar, ya que brinda una potente herramienta para detectar problemas de salud de forma precoz, en una especie que, por sus características de presa, suele enmascarar las enfermedades.

Esto se debe a que los cambios o adaptaciones comportamentales frente a situaciones desafiantes, son usualmente la primera línea de defensa frente al estrés, incluso antes de manifestar cambios fisiológicos y físicos.

El hecho de poder detectar de forma temprana enfermedades u otros tipos de estresores, a su vez, repercutirá en los índices productivos. Además, el empleo del comportamiento como un índice del bienestar ofrece ciertas ventajas, como la de no ser invasivo, se puede aplicar en el campo, no necesariamente requiere de equipos complicados, lo cual lo hace económicamente viable.

Existen varios indicadores comportamentales que pueden ser usados para evaluar el bienestar y la salud del ganado bovino, pero algunos de los más importantes se mencionan a continuación:

  • Conducta de alimentación – rumia
  • Conductas relacionadas al dolor
  • Respiración – jadeo
  • Locomoción – cojeras
  • Conducta de fuga y miedo
  • Nivel de descanso
  • Estereotipias
  • Dinámica social (grupal)
  • Cabeceos, lamidos, acicalado social (grupal)
  • Peleas y disputas, alteración jerárquica (grupal)
  • Respuesta al manejo
  • Velocidad de salida de la manga o del brete
  • Comportamiento durante el arreo o manejo
  • Resbalones y caídas
  • Vocalizaciones (Grandin, 1994)
Indicadores de salud bovina

Los animales que están estresados, enfermos o lesionados pueden sufrir una reducción en el consumo de alimentos y bebida, aumento de la excreción (diarrea), aumento de la frecuencia respiratoria, aislamiento del grupo social, disminución de la conducta de rumia, alteración de las conductas y tiempos destinados al descanso, decaimiento, letargo, alteraciones de la locomoción, agresión dentro del grupo social o dirigida a los humanos, así como presencia de estereotipias (conductas de patrones repetitivos sin una función aparente). El estrés también puede causar ansiedad, depresión o apatía.

Ganadería

Algunos estudios demostraron que ciertos problemas de comportamiento, como la alteración de la conducta ingestiva (disminución en la ingesta, menor tiempo dedicado al consumo, menor frecuencia en los acercamientos a comederos) y las modificaciones en la conducta social, funcionan como buenos indicadores para identificar precozmente vacas con riesgo de presentar metritis, mastitis, cetosis y cojera (González y col., 2008, Von Keyserlingk y col., 2011).

En todos estos casos los cambios conductuales fueron observados varios días, incluso semanas, antes de la manifestación de los signos clínicos. Otras conductas que pueden ser prometedoras en este sentido, según los investigadores, son el acicalado, los comportamientos sexuales y aquellas que permiten conocer el entorno (Weary y col., 2009).

El mismo estrés que conduce a cambios en el comportamiento, es el que induce respuestas fisiológicas que provocan alteraciones metabólicas, endocrinas y nerviosas, que generan una depleción de la función inmunológica, incrementando la susceptibilidad a enfermedades y disminuyendo la eficiencia frente a las vacunaciones.

A nivel productivo y reproductivo, el estrés generará disminución en la ganancia de peso, menor producción láctea, disminución en la tasa de concepción, modificaciones en la duración del estro, alteración de la función uterina, del desarrollo folicular y afectará el crecimiento fetal y la calidad del calostro (Becker y col., 2020, Fernandez y col., 2020).

La capacidad para identificar precozmente signos de malestar en el rebaño, podría conducir a una pronta intervención y, en consecuencia, a la prevención de enfermedades y pérdidas productivas, lo que mejoraría en gran medida la rentabilidad agrícola. Existen varias maneras de hacer esto, incluyendo el manejo adecuado de los factores de estrés, la identificación de los animales que necesitan más atención y el proporcionar un entorno adecuado.

Por último, los actuales avances tecnológicos, como los registradores de posición, acelerómetros, estaciones de alimentación automáticas y conservación de registros permiten supervisar estos comportamientos de una manera más eficiente, con la ventaja adicional de no requerir la presencia de observadores humanos (Rushen y col., 2012).

Referencias:

  1. Grandin, T. 1994. Farm animal welfare during handling, transport and slaughter. JAVMA 204: 372-377.
  2. González LA, Tolkamp BJ, Coffey MP, Ferret A, Kyriazakis I. 2008. Changes in feeding behaviour as possible indicators for the automatic monitoring of health disorders in dairy cows. J Dairy Sci 91:1017-1028.
  3. von Keyserlingk MAG, Proudfoot KL, Vickers L, Weary DM. 2011. Using Cow Behaviour to Predict Disease. WCDS Advances in Dairy Technology 23: 61- 69.
  4. Weary DM, Huzzey JM, von Keyserlingk MAG. 2009. Board-Invited Review: Using behavior to predict and identify ill health in animals. J Anim Sci 87:770-777.
  5. Becker, C. A., Collier, R. J., & Stone, A. E. (2020). Invited review: Physiological and behavioral effects of heat stress in dairy cows. Journal of dairy science, 103(8), 6751-6770.
  6. Fernandez-Novo, A., Pérez-Garnelo, S. S., Villagrá, A., Pérez-Villalobos, N., & Astiz, S. (2020). The effect of stress on reproduction and reproductive technologies in beef cattle—A review. Animals, 10(11), 2096.
  7. Rushen, J., Chapinal, N., & De Passille, A. M. (2012). Automated monitoring of behavioural- based animal welfare indicators. Animal Welfare-The UFAW Journal, 21(3), 339.
Indicadores de salud bovina