Diagnóstico y tratamiento de parásitos gastrointestinales en rumiantes

Los helmintos gastrointestinales en los bovinos son un factor importante a considerar en el manejo sanitario de un rodeo, ya que su presencia puede afectar la productividad del mismo. De hecho, son considerados una de las limitantes productivas en los sistemas pastoriles de producción de carne.

A lo largo de los años, las explotaciones ganaderas han ido modificando sus modelos de producción con el fin de maximizar su rendimiento. Es por ello, que han intervenido en la relación de los parásitos gastrointestinales en rumiantes, lo cual ha llevado a que el delicado equilibrio ecológico existente entre ambos, también haya sido transformado. 

Los helmintos son una variable importante a considerar en relación con los planes sanitarios. Principalmente, deben ser consideradas las pérdidas que pueden provocar; adjudicadas en su mayoría a las parasitosis subclínicas, de mayor dificultad diagnóstica, pues las técnicas tradicionales tienen limitaciones para una detección temprana.

Es fundamental llevar a cabo un manejo adecuado y dirigido de las parasitosis en el ganado. En particular, se debe prestar atención al manejo farmacológico, para disminuir el fenómeno ya reconocido, de resistencia antihelmíntica por parte de algunas poblaciones parasitarias.

Prevención y control de parásitos gastrointestinales

Existen múltiples abordajes para la prevención y control de helmintos gastrointestinales. El abordaje dependerá en gran medida de los modelos pecuarios empleados en cada granja, ya sean extensivos, semi extensivos, intensivos. 

Se deben considerar los distintos tipos de enfoques, ya sea centrados en la información epidemiológica (tratamientos con un estilo de enfoque estratégico/preventivo) o basado en el diagnóstico de certeza. Existe además otro enfoque de tipo más integral, apoyado en una gestión integrada de los enfoques anteriores y sumando medidas de manejo.

Los helmintos gastrointestinales en los bovinos son considerados una de las limitantes productivas en los sistemas pastoriles de producción de carne.

El enfoque centrado en la información epidemiológica se logra a través de tratamientos antiparasitarios estratégicos aplicados a los animales a partir del destete, cubriendo el otoño y la primera parte del invierno. Durante ese período, la enfermedad cumple su ciclo en los animales y pasturas, por lo que irá disminuyendo la diseminación de huevos en los potreros, y se limitará también la infestación en los pastos desde principios del invierno en adelante.

En el enfoque basado en el diagnóstico de parásitos en rumiantes, los tratamientos se aplican según los resultados de los conteos de HPG. Para lograr esto, se realiza un muestreo directo o indirecto. 

En el muestreo directo, se obtiene un pool de heces de un grupo de individuos, preferiblemente directamente del recto, o de las excreciones recientes en el potrero. Las muestras obtenidas se someten a las pruebas pertinentes de diagnóstico coproparasitológico, como lo son los métodos de flotación acompañados de un frotis, que permite identificar qué tipo de especies están presentes en los animales. También, se utiliza el método de McMaster para contabilizar los HPG y determinar un punto de corte para tratar los animales. 

Por otra parte, en los métodos indirectos, se muestrean las pasturas en las que se encuentran los bovinos. En estas muestras se realiza el conteo de larvas infectantes presentes.

La premisa fundamental es mantener cargas parasitarias sostenibles en la producción. Esto quiere decir que se debe mantener una presencia de helmintos en proporciones lo suficientemente bajas como para ser compatible con el crecimiento, mantenimiento y desarrollo de los animales sin causar signos clínicos evidentes. Esto evita, además, la depresión del sistema inmunitario y la potencial colonización secundaria con agentes biológicos más patógenos, como bacterias y virus, lo cual comprometería el objetivo de una granja pecuaria. 

Este enfoque es el que más se acerca a un uso racional y responsable de antiparasitarios, ya que el tratamiento es precedido por un diagnóstico de certeza. Esta información permite saber cuál es el agente actuante y así poder emplear el fármaco más adecuado para combatir el mismo. El uso adecuado de los antihelmínticos farmacológicos se basa en la compresión del periodo de prepatencia del parásito y el poder residual del fármaco.

El intervalo entre los tratamientos se establece sobre la base del periodo de eliminación del producto utilizado: 2-3 días para benzimidazoles y 21-28 días para los endectocidas, sumado a los 21 días que tardan los parásitos hembras en iniciar la eliminación de huevos en materia fecal (cada 3-4 semanas con levamisole y benzimidazoles, y 5-8 semanas con endectocidas).

El enfoque basado en un abordaje integral combina la aplicación de tratamientos antihelmínticos, tácticos o estratégicos, con medidas de manejo que permitan brindar a los animales pasturas poco contaminadas. Estas medidas incluyen la clasificación de forrajes o pasturas según el nivel de riesgo de parásitos digestivos en rumiantes, el descanso de las pasturas, y el pastoreo alternado entre especies y animales de diferente edad.