Enfermedades endémicas en la porcicultura: Panorama regional

En Latinoamérica, la porcicultura está en auge. En 2023, la producción alcanzó cerca de 9 millones de toneladas, reflejando un crecimiento del 2,7 % con respecto a 2022 y contribuyendo aproximadamente con el 8 % de la producción mundial de carne de cerdo. Estos resultados se deben, en gran medida, a la contribución de Brasil, México, Argentina, Chile y Colombia, países que en conjunto representan el 92 % de la producción de la región.

A pesar del notable crecimiento, los sistemas de producción porcina siguen siendo vulnerables a diversas patologías de origen viral, bacteriano y parasitario. Los estudios de vigilancia de estas patologías no solo permiten identificar los agentes circulantes, sino también diseñar planes de control y erradicación adecuados.

En este artículo, presentamos las enfermedades infecciosas endémicas con mayor impacto en las producciones porcinas de LATAM y los puntos críticos a considerar para prevenir las pérdidas económicas asociadas a estas patologías.

Enfermedades endémicas en LATAM

Aunque los países de LATAM presentan diferencias geográficas y económicas que pueden influir en la circulación de los agentes infecciosos, se reconoce que las enfermedades más prevalentes están principalmente asociadas con los factores de manejo, el nivel de intensificación, el tipo de crianza y la industrialización de cada sistema productivo.

En diferentes estudios científicos publicados se reporta que las enfermedades infecciosas con mayor impacto en la producción porcina en la región son:

• Neumonía enzoótica: el agente causal de esta enfermedad, Mycoplasma hyopneumoniae está ampliamente distribuido por la región, con una elevada incidencia en países como Argentina y México.
• Pleuroneumonía porcina: esta patología respiratoria causada por Actinobacillus pleuropneumoniae constituye un problema crítico para la mayoría de los países sudamericanos. Se han descrito brotes en todos los países de Latinoamérica y se caracteriza por ser altamente contagiosa con elevada mortalidad.
• Enfermedad de Aujeszky (pseudorrabia): esta enfermedad provoca cuadros multisistémicos con signos respiratorios, reproductivos y nerviosos. Aunque está ampliamente distribuida en la región, Chile y Ecuador no reportan casos.
• Síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS): como su nombre indica, esta enfermedad afecta tanto el sistema reproductivo como el respiratorio. En países como Uruguay, Ecuador, Colombia y Perú se registran casos, mientras que otros países, como Chile y Argentina, se consideran libres de esta enfermedad.
• Influenza o gripe porcina: esta enfermedad provoca cuadros respiratorios y las cepas que afectan a los porcinos también pueden transmitirse a los humanos, constituyendo un riesgo zoonótico. Actualmente, la gripe porcina ya no es una crisis de salud pública como lo fue en 2009, cuando causó una pandemia.
• Peste Porcina Africana (PPA): es una de las enfermedades virales más importantes en porcinos. Causa cuadros sistémicos y es de notificación obligatoria en la mayoría de los países del mundo. Aunque la incidencia es mayor en el continente africano, se ha presentado esporádicamente en países de LATAM, como Brasil, Paraguay y Bolivia.
• Diarrea epidémica porcina: esta enfermedad es causada por un coronavirus que provoca cuadros digestivos, principalmente diarrea, con mortalidades de hasta un 100 % en lechones susceptibles menores de 2 semanas. Se han registrado pérdidas asociadas a esta enfermedad en Perú, Ecuador y Colombia, mientras que otros países, como Argentina, Chile y Uruguay, no reportan la circulación viral.
• Circovirosis: esta enfermedad puede manifestarse como una enfermedad de desmedro lento y progresivo, o como un síndrome de dermatitis y nefropatía. Se ha confirmado su presencia en la mayoría de los países de LATAM, y causa altos índices de mortalidad.
• Parvovirosis: es una de las enfermedades con mayor impacto en la producción porcina, ya que causa pérdidas reproductivas. Está ampliamente distribuida en la región.
• Erisipela porcina: esta enfermedad frecuente es causada por la bacteria Erysipelothrix rhusiopathiae que se encuentra en la mayoría de las granjas. Se estima que hasta el 20 % de los animales sanos son portadores del organismo en las amígdalas. El cuadro clínico se caracteriza por septicemia y lesiones dérmicas en forma de diamante. Aunque no se conoce su incidencia real, se reportan casos en la mayoría de los países de LATAM.
• Enfermedad de Glässer: causada por una bacteria Glaesserella parasuis, provoca poliserositis y artritis. Está distribuida por todo el mundo e incluso se encuentra en granjas modernas con altos niveles de bioseguridad. En América Latina se ha registrado de manera recurrente, especialmente en países con grandes industrias porcinas como Brasil y México.
• Ileítis porcina: este término describe un grupo de afecciones que implican cambios patológicos en el intestino delgado, asociados con la bacteria Lawsonia intracellularis. Este agente está ampliamente distribuido, y las estimaciones de la industria porcina mundial, incluidas las de países sudamericanos, indican que alrededor del 96 % de las granjas están infectadas.
• Leptospirosis: se considera una enfermedad zoonótica con alto potencial epidémico. Sin embargo, hasta la fecha, hay poca notificación de brotes, lo que dificulta conocer con exactitud la incidencia y prevalencia de la enfermedad en LATAM. Una vez que Leptospira ingresa en una granja, puede provocar cuadros reproductivos y sistémicos; además, los animales infectados pueden convertirse en portadores, presentando infecciones renales y excretando el organismo de manera intermitente a través de la orina.
• Brucelosis: esta enfermedad bacteriana, causada por Brucella suis, afecta principalmente el sistema reproductivo. Provoca inflamación testicular y abortos. Es una zoonosis de gran importancia, con brotes frecuentes reportados en países como Argentina, Perú, Bolivia, Cuba y Uruguay.

Estrategias de prevención y control de enfermedades: La clave en las medidas de manejo

Los pilares fundamentales en la prevención y control de enfermedades endémicas en América Latina son la bioseguridad, la implementación de planes sanitarios que incluyan vacunación y antiparasitarios, un diagnóstico adecuado y las correctas medidas de manejo. En cuanto a este último aspecto, hay principios de manejo que se consideran elementales. Veinte de estos principios fueron agrupados por el veterinario François Madec con el objetivo de reducir el riesgo de infección frente a prácticamente cualquier patógeno, especialmente aquellos para los que no existen vacunas. Estos principios se agrupan según el área del establecimiento de la siguiente manera:

Maternidad

1. Aplicar el protocolo de “todo dentro – todo fuera”, asegurando un correcto lavado y desinfección con un desinfectante efectivo.
2. Lavar y desinfectar a las hembras antes de que ingresen a las maternidades. Implementar tratamientos constantes contra parásitos internos y externos.
3. Evitar al máximo los reacomodos, y en caso de ser necesarios, realizarlos estrictamente dentro de las primeras 24 horas postparto.

Destete

4. Utilizar corrales pequeños (18-20 lechones) con divisiones sólidas para evitar el contacto directo entre cerdos.
5. Aplicar estrictamente el protocolo de “todo dentro – todo fuera”, asegurando un correcto lavado y desinfección.
6. Evitar la sobrepoblación en los corrales (0.38 m2 por lechón).
7. Proporcionar el espacio adecuado en los comederos (más de 7 cm por lechón).
8. Mantener una ventilación adecuada y un monitoreo constante (registrar las temperaturas máximas y mínimas, y los niveles de NH3)
9. Mantener la temperatura adecuada para los lechones.
10. No mezclar animales de diferentes edades en los corrales.

Engorde y terminación

11. Utilizar corrales pequeños, de preferencia los mismos que se usaron durante el destete.
12. Aplicar estrictamente el protocolo “todo dentro – todo fuera”, con un lavado y desinfección adecuados.
13. No mezclar animales que provengan del destete.
14. No mezclar animales de distintos grupos de engorde (mantener únicamente el corral de enfermería).
15. Evitar la sobrepoblación en los corrales.
16. Mantener una temperatura adecuada y una correcta ventilación.

Adicional

17. Implementar un programa de vacunación adecuado, considerando los tiempos de aplicación y los tipos de vacuna.
18. Respetar estrictamente las buenas medidas de bioseguridad, tanto externas como internas.
19. Mantener una higiene rigurosa en el manejo de equipos y utensilios (jeringas, agujas, botas, escobas, carretillas etc.).
20. Retirar de manera oportuna a los cerdos enfermos al corral de enfermería o sacrificarlos, ya que pueden convertirse en una fuente de infección para otros animales.

En conclusión, el potencial de crecimiento de la producción porcina en América Latina continúa enfrentando importantes desafíos debido a la alta circulación de agentes patógenos. Este panorama no solo representa una amenaza para la salud animal y la rentabilidad de las granjas, sino que también resalta el papel fundamental del veterinario en la implementación de estrategias de control sanitario y bioseguridad. La adopción de tecnologías emergentes y un enfoque más integrado en la prevención de enfermedades serán claves para superar estos obstáculos y asegurar un desarrollo sostenible y competitivo del sector porcino en la región.