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Inmunodeficiencia felina: Síntomas y tratamiento

El virus de la inmunodeficiencia felina es una enfermedad infecciosa producida por el virus de la inmunodeficiencia felina (VIF). El VIF es un virus ARN que presenta similitudes con el virus que causa el SIDA en humanos (virus de la inmunodeficiencia humana) y el virus de la anemia infecciosa equina. Sin embargo, es importante recordar que el VIF es específico de especie, es decir sólo afecta a los felinos. 

Es una enfermedad crónica y contagiosa que afecta principalmente a los linfocitos del gato, alterando su función y disminuyendo la eficacia del sistema inmunológico del animal. Las principales células del sistema inmune afectadas son los linfocitos T, por esto, los gatos enfermos son más propensos a desarrollar infecciones bacterianas y/o virales. 

La principal vía de contagio del virus del sida felino es a través de la mordida, donde un animal infectado inocula su saliva con virus y células blancas sanguíneas infectadas a otro animal sano. La conducta exploradora típica de los gatos machos, y la tendencia a tener peleas, aumenta el riesgo de contraer la enfermedad. Experimentalmente, se ha demostrado que el virus puede transmitirse de la madre a sus crías, pero en la naturaleza raramente ocurre.

La inmunodeficiencia felina es una enfermedad crónica y contagiosa que afecta principalmente a los linfocitos del gato, alterando su función y disminuyendo la eficacia del sistema inmunológico del animal

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Síntomas y etapas de la inmunodeficiencia en el felino

Los animales no muestran una signología específica, pero algunos indicadores como infecciones recurrentes y la inflamación crónica de la cavidad oral (gingivitis, estomatitis) se asocian con inmunosupresión por infección con VIF. Clásicamente, se reconocen tres etapas en la infección con VIF:

  1. Fase de infección primaria: el gato contrae el virus y se produce la viremia. Los signos durante esta etapa son variables e inespecíficos, como malestar, anorexia, diarrea, fiebre y linfadenomegalia. La duración varía desde semanas a meses.
  2. Fase asintomática: el felino no presenta signología y la replicación viral se encuentra detenida. Dependiendo del animal y de factores externos, esta etapa de sida en gatos puede variar desde meses a años.
  3. Fase clínica o secundaria: en esta etapa terminal ocurren las infecciones secundarias debido a la deficiencia en las células de defensa (linfocitos T). En este periodo, los signos clínicos son más evidentes y dependen de la patología secundaria que adquirió el animal.

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Tratamiento y prevención del VIF en gatos

Debido a que es una enfermedad crónica, en la actualidad no existe un tratamiento específico. Todos los esfuerzos, tanto del profesional veterinario como del tutor responsable de la mascota, consisten en, una vez diagnosticada la enfermedad, mantener al animal con una buena calidad de vida y evitar las infecciones secundarias, mediante una adecuada medicina preventiva para prolongar su vida.

Por tanto, la prevención y la disminución de los factores de riesgo de contagio son las principales herramientas para esta enfermedad. Los gatos adultos machos que muestran una conducta agresiva con otros felinos y con posibilidad de salir al exterior son los más propensos a contraer la infección por el VIF en gatos.

Es importante recordar que, una vez infectados, los gatos permanecen portadores durante toda su vida, por lo que deberían permanecer en el interior del hogar y evitar el contacto con otros gatos para evitar la transmisión de estos virus. Para mantener la salud de nuestros pacientes será clave:

  • Esterilizar a los felinos, especialmente a los machos.
  • Reducir las condiciones de estrés.
  • Garantizar una buena nutrición. 
  • Diseñar esquemas de vacunación personalizados
  • Establecer esquemas regulares de tratamientos antiparasitarios internos y externos.
  • Mantener un manejo y ambiente adecuado para el animal enfermo.

Es importante saber que, no existe una vacuna disponible en Latinoamérica para la inmunodeficiencia felina, por lo que las medidas de prevención antes mencionadas y la educación del tutor del gato,  son las mejores herramientas.

Bibliografía

  • Westman, ME., Coggins, SJ., van Dorsselaer, M., Norris, JM., Squires, RA., Thompson, M. and Malik, R., Feline immunodeficiency virus (FIV) infection in domestic pet cats in Australia and New Zealand: Guidelines for diagnosis, prevention and management. Aust Vet J. 2022; 100: 345– 359. https://doi.org/10.1111/avj.13166
  • Westman, M., Malik, R. and Norris, J. (2019), Diagnosing feline immunodeficiency virus (FIV) and feline leukaemia virus (FeLV) infection: an update for clinicians. Aust Vet J, 97: 47-55. https://doi.org/10.1111/avj.12781
  • 2020 AAFP Feline Retrovirus Testing and Management Guidelines.Susan Little, Julie Levy, Katrin Hartmann, Regina Hofmann-Lehmann, Margaret Hosie, Glenn Olah, and Kelly St Denis. Journal of Feline Medicine and Surgery 2020 22:1, 5-30.
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