Animales de Compañia

Los signos de la enfermedad de Lyme en perros

28 julio 2022

La enfermedad de Lyme, o borreliosis de Lyme, es causada por bacterias espiroquetas del complejo Borrelia burgdorferi y se transmite a perros y humanos a través de la picadura de garrapatas del género Ixodes. Esta es una zoonosis muy común en América del Norte, Europa y Asia, de hecho, es la enfermedad causada por garrapatas con mayor incidencia en los Estados Unidos. Sin embargo, la Ciudad de México, que no se considera zona endémica, registró en 2019 el caso de una mujer diagnosticada con borreliosis de Lyme, lo que enfatizó la necesidad de la prevención incluso en lugares que no son el foco del problema.

enfermedad de lyme
La forma más eficaz de prevenir la enfermedad de Lyme y sus complicaciones en perros es a través de la administración de medicamentos ectoparasiticidas

Si bien otros países, como los de América del Sur, no se encuentran entre los focos del problema, siempre es fundamental actuar preventivamente contra la borreliosis canina, utilizando ectoparasiticidas, sobre todo porque los tutores viajan cada vez más con sus mascotas. El diagnóstico de la enfermedad de Lyme puede ser un desafío. Por ello, es fundamental que el veterinario recalque al tutor la importancia de prevenir las garrapatas para la salud del perro.

Enfermedad de Lyme: los signos en perros son inexistentes o inespecíficos

La borreliosis de Lyme es causada por la bacteria Borrelia burgdorferi, que, alojada en garrapatas, se transmite a perros y seres humanos a través de su picadura. Al menos cuatro especies de garrapatas se caracterizan como vectores de la Borrelia burgdorferi, estas son: Ixodes pacificus, Ixodes scapularis, Ixodes ricinus e Ixodes persulcatus.

Después de contraer la bacteria Borrelia burgdorferi, el perro infectado puede presentar un cuadro clínico asintomático o manifestar signos inespecíficos, como fiebre, pérdida de apetito, letargo, hinchazón y dolor en las articulaciones, patas y ganglios linfáticos. Es preocupante que estos síntomas pasen desapercibidos, ya que, cuando no se diagnostica y trata adecuadamente, la borreliosis canina puede causar daños en los riñones, el sistema nervioso y el corazón. El problema renal, en particular, es una complicación de la enfermedad de Lyme que es bastante común en los perros y suele ser fatal.

Signos inespecíficos y pruebas no concluyentes dificultan el diagnóstico de la borreliosis canina

Como la observación de los signos de la enfermedad de Lyme en perros por sí sola es insuficiente para confirmar el diagnóstico, el médico veterinario debe considerar otros factores. Uno de ellos es el análisis de la historia y los hábitos de rutina del perro para identificar el posible nivel de exposición a las garrapatas. En períodos de clima más húmedo, por ejemplo, la población de garrapatas que causan la enfermedad de Lyme aumenta, según el estudio «Adverse moisture events predict seasonal abundance of Lyme disease vector ticks (Ixodes scapularis)«, publicado en la revista Parasites & Vectors.

Otro desafío en el diagnóstico de la borreliosis canina es que los resultados de los análisis de sangre no son concluyentes, tienden a estar dentro de los rangos normales o muestran solo signos de infección. El médico veterinario puede utilizar los resultados de estas pruebas de forma eliminatoria para descartar la posibilidad de otras enfermedades. Por otra parte, una forma efectiva de confirmar el diagnóstico es la detección de anticuerpos contra Borrelia burgdorferi, que aparecen en la prueba de cuatro a seis semanas después de la infección inicial.

BRAVECTO

El uso de ectoparasiticidas es la forma más eficaz de prevenir la enfermedad de Lyme en perros

El tratamiento de la borreliosis canina debe hacerse con antibióticos. Sin embargo, es común que los perros presenten complicaciones después de la administración del fármaco: pueden ser necesarias terapias adicionales para tratar los órganos afectados y el animal puede quedar con una secuela de dolor articular crónico después de curarse de la enfermedad de Lyme. Es importante que esta información se transmita a los tutores durante la consulta para enfatizar la importancia de actuar preventivamente.

La participación activa del tutor juega un papel fundamental en la prevención de la borreliosis canina. Por eso, es importante que el médico veterinario lo instruya muy bien sobre las pautas necesarias para evitar la enfermedad. Después de que la garrapata portadora del patógeno pica y se adhiere a la piel, la bacteria tarda un promedio de 24 a 48 horas en transmitirse. Por lo tanto, se pueden tomar medidas de acción rápida para prevenir la enfermedad. El tutor no debe intentar quitar la garrapata. Esto lo expone a la infección y aumenta las posibilidades de inflamación en el sitio si partes de la boca de la garrapata se quedan pegadas a la piel. Se recomienda el uso de ectoparasiticidas de acción rápida, reduciendo así la posibilidad de transmisión del patógeno.

Las buenas prácticas son indispensables, pero la principal forma de prevención de la enfermedad de Lyme es la administración de ectoparasiticidas. Existen varias fórmulas disponibles en el mercado con diferentes principios activos. El artículo «Evaluation of fluralaner as an oral acaricide to reduce tick infestation in a wild rodent reservoir of Lyme disease«, publicado en la revista Parasites & Vectors, destaca el uso de Fluralaner como una opción altamente eficaz, duradera y segura para prevenir la enfermedad de Lyme y otras enfermedades causadas por ectoparásitos en perros.

El estudio señala que, a pesar de que la enfermedad de Lyme es una amenaza emergente para la salud pública en áreas endémicas, existen relativamente pocos métodos para controlar el riesgo de infección. En este escenario, Fluralaner ofrece una excelente opción, eliminando rápidamente las garrapatas y reduciendo las posibilidades de transmisión del patógeno. Además, Fluralaner puede ser administrado fácilmente por tutores, asegurando 12 semanas de protección con una sola dosis oral o tópica.

En resumen, la enfermedad de Lyme, o borreliosis canina, es un problema que puede comprometer la salud de los perros cuando no se diagnostica y trata adecuadamente. Por ello, asegurar los esfuerzos para prevenir la transmisión de la bacteria Borrelia burgdorferi a través de las garrapatas es fundamental, y la forma más eficaz de prevención es mediante el uso de ectoparasiticidas a base de Fluralaner. La prevención continua contra garrapatas y pulgas evitará que se produzcan infestaciones por estos parásitos y, en consecuencia, reducirá drásticamente los riesgos de transmisión de enfermedades a las mascotas y sus tutores.