La coriza infecciosa aviar es una de las principales enfermedades que resultan en pérdidas económicas en las granjas. Las enfermedades respiratorias generan alerta porque se caracterizan por su rápida propagación, y para evitar caídas en la producción y gasto en antibióticos, la recomendación es que las granjas actúen siempre de manera preventiva. Por lo tanto, la forma más eficaz de prevención y control es la vacuna para la coriza infecciosa aviar.
La coriza infecciosa aviar provoca una caída en la producción de huevos
Causada por la bacteria Avibacterium paragallinarum (que en el pasado se conocía con el nombre de Haemophilus paragallinarum), la coriza infecciosa aviar afecta principalmente al tracto superior de las gallinas. La enfermedad puede manifestarse de forma aguda, subaguda o crónica, y de forma complicada o sin complicaciones. En la forma sin complicaciones, solo está involucrado el agente A. paragallinarum y el signo clínico principal es la obstrucción de los conductos nasales y los senos nasales. En la forma complicada, la salud del ave se vuelve más preocupante, ya que existen interacciones con agentes de otras enfermedades respiratorias, como la bronquitis infecciosa.
Según el artículo «Identificação de Avibacterium paragallinarum em frangos de corte e poedeiras comerciais no Estado de Pernambuco», publicado en la revista Pesquisa Veterinária Brasileira, la coriza infecciosa aviar afecta principalmente a granjas con aves de diferentes edades y está influenciada por factores externos como el clima, la superpoblación y la virulencia y cepa de la bacteria. La publicación también señala que, a pesar de que la enfermedad tiene un desarrollo limitado, causa importantes daños económicos a la granja. Las pérdidas están relacionadas con la caída en el rendimiento del lote y una reducción entre 10-40% en la producción de huevos.
La vacuna para la coriza infecciosa aviar es la forma más eficaz de prevenir pérdidas
El remedio para la coriza infecciosa aviar son los antibióticos. Además de la recomendación veterinaria general de contraindicar el uso abusivo de antibióticos para evitar la resistencia bacteriana, el medicamento también aumenta los gastos de la granja. Un estudio de la Universidad Federal Rural de Pernambuco informó que las gallinas diagnosticadas con coriza infecciosa de una propiedad comercial de puesta volvieron a sus condiciones fisiológicas normales solo 20 semanas después de la infección. Los datos muestran cómo el daño a la granja debido a la enfermedad se extiende durante meses.
Con estos datos, se concluye que la prevención, realizada a través de la vacuna contra la coriza infecciosa aviar junto con medidas de bioseguridad, es la forma más efectiva de evitar la enfermedad y las pérdidas productivas y económicas ocasionadas por la misma. La vacunación debe realizarse por vía subcutánea en la nuca en aves a partir de las 5 semanas de edad. En el calendario de vacunación recomendado, las gallinas ponedoras y reproductoras deben recibir la dosis de refuerzo unas semanas antes del inicio del período de producción para que permanezcan protegidas hasta la semana 60 de edad.
Para garantizar la amplia protección de las aves y la productividad de la granja, el protocolo de vacunación también debe cubrir otras enfermedades además de la coriza infecciosa aviar. Entre los principales se encuentran: la enfermedad de Marek, la bronquitis infecciosa, el gumboro y el reovirus aviar.