Porcicultura

Control de Lawsonia para mejorar el desempeño en las granjas de cerdos

14 junio 2022

La bacteria Lawsonia intracellularis causa enteropatía proliferativa porcina (EPP), también conocida como ileítis, una enfermedad con efectos que causan pérdidas en la producción de cerdos en todo el mundo. El control de la Lawsonia intracellularis en granjas se enfrenta a una serie de desafíos y la utilización de vacunas es su prevención más eficaz. Hablamos con la médica veterinaria especialista en cerdos Mariana Fausto, para saber más sobre los problemas relacionados con la ileítis y cómo evitarlos. ¡Siga leyendo para tener más información!

Lawsonia
La infección por Lawsonia intracellularis afecta el crecimiento de los cerdos y puede afectar a más del 90% del rebaño.

La ileítis afecta el crecimiento y el desempeño de los cerdos

La principal forma de infección por Lawsonia intracellularis es mediante la ingestión de la bacteria en heces o materiales contaminados como comederos, bebederos y pisos. Otras especies de animales como pájaros y roedores también son fuentes de infección.

«Los animales infectados presentan mala absorción de nutrientes, lo cual empeora el desempeño y el crecimiento. Además, el exceso de sólidos no absorbidos en el lumen intestinal retiene agua y provoca una diarrea osmótica o mala absorción en el animal. Otro factor importante es que la bacteria puede alterar la producción de mucina de las células intestinales, responsables por la defensa primaria del intestino. Como consecuencia, predispone la invasión de otros agentes patógenos», explica la médica veterinaria Mariana Fausto.

Diferencias entre los cuadros de la enteropatía proliferativa porcina

La enteropatía proliferativa porcina puede manifestarse de tres formas: subclínica, aguda y crónica. El cuadro subclínico es el más prevalente en los rebaños: los animales permanecen asintomáticos, sin embargo, su crecimiento se reduce y su conversión alimenticia empeora. La forma aguda afecta principalmente a animales en la fase final de terminación, lechonas de reposición y hembras jóvenes, y se caracteriza por la aparición de heces oscuras, hemorragia intestinal, palidez y muerte súbita. Por otro lado, las principales señales clínicas del cuadro crónico, el cual afecta a los lechones en crecimiento, es decir, de entre 6 a 20 semanas, son las heces pastosas, apatía, anorexia y disminución del desempeño.

Los rebaños registran más del 90% de cerdos infectados por Lawsonia intracellularis

La forma subclínica de la ileítis representa uno de los grandes desafíos en el control de la bacteria Lawsonia. «Debido a la ausencia de señales clínicas evidentes, los animales contaminados se presentan como propagadores de ese agente en el rebaño, lo cual provoca un impacto epidemiológico y económico significativo», agrega la especialista en cerdos.

De acuerdo con el estudio «Infección por Lawsonia intracellularis: un problema frecuente en la porcicultura de Brasil«, publicado en Acta Scientiae Veterinariae, los rebaños analizados en Estados Unidos, Dinamarca, España, Alemania y Brasil tuvieron resultados positivos para la presencia de Lawsonia intracellularis en más del 90% de los cerdos.

El artículo también muestra que, a excepción de los Estados Unidos, el resto de los países enfrenta una limitación significativa para realizar el análisis de los animales. La dificultad de obtener los perfiles serológicos de los rebaños es un desafío más para el control de la bacteria Lawsonia.

La vacuna y las medidas de bioseguridad controlan la Lawsonia intracellularis

La enteropatía proliferativa porcina no tiene cura, por lo tanto, la prevención es la mejor forma de asegurar el desempeño del rebaño. «En relación con los tratamientos terapéuticos, esa bacteria puede controlarse con diversos antibióticos, principalmente macrólidos, pleuromutilinas y quinoxalinas. Sin embargo, las lesiones son irreversibles, es decir, dependiendo del grado de la lesión, la conversión alimenticia y el desempeño del animal empeorarán», afirma la doctora en Medicina Veterinaria Preventiva.

El método de control más eficaz es la aplicación de la vacuna, como indica la profesional. «Teniendo en cuenta la alta prevalencia de la bacteria en los rebaños a nivel mundial, el uso de las vacunas de forma profiláctica se presenta como una medida de control eficaz y segura, puesto que puede reducir la incidencia y la gravedad de las señales críticas, además de reducir la propagación de la bacteria en el rebaño», completa Mariana.

Las medidas de bioseguridad también se deben seguir, para disminuir los índices de contagio. «El tipo de instalación puede influir en su diseminación, lo cual indica la necesidad de adoptar medidas correctas de bioseguridad y de higiene, además, claro, del vacío sanitario mediante el all in / all out, para una mayor eficacia en el control de la enfermedad», concluye la médica veterinaria.

* Mariana Fausto (CRMV-MG: 9675) es graduada en Medicina Veterinaria de la Universidade Federal de Viçosa. Es maestra y doctora también de la UFV en Medicina Veterinaria Preventiva, con énfasis en Biotecnología, Diagnóstico y Control de Enfermedades de los Cerdos.