Porcicultura

Parvovirus: esta enfermedad cuesta caro

26 agosto 2022

El parvovirus es una enfermedad presente en todo el mundo. El principal signo clínico observado involucra fallas reproductivas en hembras adultas, comprometiendo las tasas reproductivas, con el consiguiente impacto económico de la actividad. Además, se observan con frecuencia camadas con un elevado número de lechones nacidos muertos o incluso abortos.

El agente de esta enfermedad es un virus ADN monocatenario, que tiene una alta resistencia, lo que aumenta su persistencia en el ambiente. Por lo tanto, es necesaria una limpieza y desinfección exhaustivas para minimizar la presencia de este agente en el ambiente y evitar la transmisión entre animales.

enfermedad parvovirus
La aplicación de la vacuna contra el parvovirus porcino es necesaria para evitar pérdidas económicas

Los signos del parvovirus están relacionados con la reproducción

En cuanto a las pérdidas económicas, la mayoría de estas pérdidas involucran signos clínicos reproductivos. Como mencionado anteriormente, las hembras infectadas pueden tener abortos y lechones nacidos muertos, pero también pueden tener muertes embrionarias, fetos momificados, lechones de bajo peso al nacer y bajo número de lechones nacidos vivos. El semen de un macho infectado también puede ser una fuente de infección para la hembra. Es importante recalcar que las hembras primíparas suelen presentar signos clínicos más severos.

Debemos tener en cuenta que otras enfermedades reproductivas pueden parecerse a los síntomas que se observan en el parvovirus. La observación de los signos clínicos, además de una investigación más detallada de los datos productivos de las hembras y todo el historial son valiosos para el diagnóstico. Por otro lado, las pruebas serológicas indican que el rebaño tuvo contacto con el agente, ya sea por contacto directo o por vacunación. La presencia de anticuerpos en los animales es importante para el control de los signos clínicos, para minimizar también las pérdidas económicas. Normalmente, las lechonas se vacunan al comienzo de la pubertad y las cerdas se vacunan de 2 a 4 semanas antes del apareamiento. Los machos, importantes reservorios del virus, también deben vacunarse.

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La aplicación de la vacuna contra el parvovirus porcino es fundamental

Para una producción competitiva, la vacunación es esencial. Para el éxito económico de la actividad, los lechones deben nacer y desarrollarse de forma saludable. Como se observó, el parvovirus compromete esta fase inicial de la vida de los lechones, trayendo consecuencias duraderas durante el ciclo productivo. Por estas razones, el parvovirus puede comprometer el éxito de toda la actividad.