Porcicultura

Principales enfermedades en los cerdos de engorde

Las enfermedades en los cerdos de engorde tienen un gran impacto económico ya que están asociadas a pérdidas en la ganancia de peso y eficiencia alimenticia, costos en tratamientos, pérdidas en el frigorífico y aumento en la mortalidad.

Su origen puede ser parasitario o infeccioso, producidas por virus o bacterias. A su vez, pueden presentarse en forma de complejo, como el caso del complejo respiratorio porcino, cuando las presentaciones clínicas tienen una etiología multifactorial y su ocurrencia se asocia a la interacción de varios agentes bacterianos y virales.

Porcicultura

Dentro de las enfermedades porcinas infecciosas más importantes que afectan a los cerdos en la etapa de engorde, se destacan las siguientes:

  • Complejo respiratorio porcino: se caracteriza por la presencia de tos, estornudos, disnea, secreciones nasales, decaimiento y fiebre. Es causada por diversos agentes bacterianos, Mycoplasma hyopneumoniae, Actinobacillus pleuropneumoniae, Pasteurella multocida, Bordetella bronchiseptica, y  virales, virus de la influenza porcina, enfermedad de Aujezsky, coronavirus, circovirus porcino tipo 2 (PCV2), el síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS).
  • Poliserositis: dentro de este término se incluyen las patologías que afectan e inflaman las distintas serosas del animal, lo que puede dar lugar a artritis, meningitis, pleuritis, pericarditis o peritonitis. El cuadro clínico asociado a este complejo incluye manifestaciones neurológicas, cojera, disnea y fiebre. La poliserositis como complejo se considera una entidad emergente en la producción porcina mundial. Los agentes involucrados son Glaeserella parasuis, Streptoccocus suis, Mycoplasma hyorhinis y Actinobacillus suis. Estos patógenos pueden actuar generando coinfecciones o también incluirse dentro del complejo respiratorio porcino.
  • Circovirosis porcina: grupo de enfermedades de cerdos asociadas al circovirus porcino tipo 2 (PCV2)  que puede expresarse como enfermedad clínica o subclínica. La infección subclínica es la manifestación más común, en donde los animales infectados no presentan signos clínicos. La infección clínica por PCV2, incluye la enfermedad sistémica (también conocida como “síndrome multisistémico de adelgazamiento post destete”), el síndrome de dermatitis y nefropatía porcina y la enfermedad reproductiva por PCV2.
  • Enfermedades entéricas
  • Disentería porcina: es una patología que afecta el intestino grueso de los cerdos, causando colitis por la presencia de la bacteria anaerobia Brachyspira hyodysenteriae. El principal signo clínico es la diarrea hemorrágica. La presencia de animales portadores y reservorios en otras especies facilitan la transmisión y permanencia de Brachyspira en la granja. Otra especie de Brachyspira (B. pilosicoli) produce la espiroquetosis colónica porcina.
  • Ileítis: también llamada enteropatía proliferativa porcina, es una enfermedad infecciosa de incidencia mundial, causada por la bacteria intracelular, Lawsonia intracellularis. Esta patología se caracteriza por las lesiones en el íleon, con un engrosamiento de la mucosa intestinal.
  • Salmonelosis: las infecciones por Salmonella spp. generan pérdidas económicas asociadas con diarreas o procesos septicémicos en los cerdos y tiene gran importancia debido a su potencial zoonótico. 

A pesar de que, debido a las condiciones actuales de producción, las prevalencias de parasitosis son menores, es importante tener en cuenta los parásitos gastrointestinales en cerdos de engorde, entre los que se destacan Trichuris suis y Ascaris suum. Para disminuir las parasitosis en el animal, y también minimizar la recontaminación del ambiente, se utilizan regularmente febendazole y antiparasitarios del grupo de las avermectinas (ivermectina, doramectina). 

Las enfermedades en los cerdos de engorde tienen un gran impacto económico

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Control de las enfermedades en cerdos de engorde

  • Las medidas de prevención son herramientas fundamentales, eficaces y económicas para aplicar en el manejo sanitario en las granjas de producción intensiva. Para la mayoría de los agentes mencionados, existen vacunas comerciales con probada eficacia, que disminuyen enormemente los daños producidos por las infecciones clínicas, e incluso subclínicas, en los animales en la línea de producción. 
  • Alternativamente, el uso racional de antibióticos se utiliza para la prevención y tratamiento de las infecciones bacterianas respiratorias, digestivas y sistémicas. También, el uso de antiinflamatorios reduce los daños en los tejidos y disminuye la sintomatología en los cerdos enfermos. 
  • La utilización de la inmunización, junto con un correcto diagnóstico, permiten controlar y disminuir los daños producidos por las enfermedades infecciosas porcinas. Sumado a esto, manejar las condiciones ambientales, como una correcta superficie por animal, estricta limpieza y desinfección, reducción del estrés y movimiento de animales, disminuye el riesgo de transmisión de agentes circulantes y evita el ingreso de nuevos patógenos (nuevas especies o diferentes serotipos) al establecimiento. 

Con estas herramientas y con un plan sistemático y estratégico de bioseguridad, se puede mantener y mejorar el estatus sanitario de la granja para evitar dichas enfermedades de los cerdos, lo que se traducirá en un mayor rédito económico. 

Bibliografía

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  • Zimmerman, J. J., Karriker, L. A., Ramirez, A., Schwartz, K. J., Stevenson, G. W., & Zhang, J. (2019). Diseases of swine (J. J. Zimmerman (ed.); 11th ed.). Wiley-Blackwell.