Ganadería

Cómo controlar las garrapatas en el ganado bovino en las granjas

29 abril 2022

La infestación por garrapatas en bovinos es un problema común en las granjas. Los meses de altas temperaturas son los más favorables para la proliferación de parásitos, los cuales pueden tener un ciclo parasitario de hasta 22 días, y pueden provocar diferentes tipos de enfermedades y trastornos que afectan negativamente el bienestar de los bovinos. Las consecuencias son una reducción en la producción de leche, pérdida de calidad de la carne y el cuero, además de un aumento en la tasa de mortalidad de los animales.

garrapata de ganado
El control de las garrapatas en bovinos en las granjas se puede realizar con garrapaticida, pero su uso debe ser cauteloso

Por lo tanto, es de interés del ganadero invertir en la contención de las infestaciones de parásitos en los bovinos y también adoptar medidas preventivas para evitar pérdidas en la producción. Conversamos con el máster en Ciencias Veterinarias y especialista en producción bovina Luciano Julio Bussi, quien habló sobre las mejores formas de controlar las garrapatas bovinas en las granjas. ¡Lea a continuación!

Cómo se produce la infestación por garrapatas en bovinos y cómo afectan los parásitos a la salud animal

Antes de invertir en medidas para el control de parásitos en bovinos, es importante que el ganadero comprenda cómo ocurre la proliferación. Rhipicephalus (Boophilus) microplus, conocida vulgarmente como la garrapata común del bovino, se considera la especie más importante del mundo debido al gran impacto que tiene en la producción bovina.

La garrapata del ganado bovino es un parásito de un solo huésped, es decir, este completa todo su ciclo parasitario en un solo animal. Según Luciano Julio Bussi, este ciclo dura 22 días, a partir del momento en que la hembra hinchada cae al suelo y comienza la oviposición. “Las larvas eclosionan de estos huevos con la capacidad de infestar a los bovinos en un ciclo cuya velocidad se rige por la temperatura, siendo 15°C el mínimo para la eclosión y el desarrollo del huevo”, afirma.

El especialista en producción ganadera explica que, durante este ciclo, cada garrapata bovina puede ingerir de 1 a 3 ml de sangre e inyectar 0,5 ml de saliva en sus huéspedes. “Esta secreción es la herramienta más importante del parásito para escapar de la respuesta inmune del huésped, establecerse y actuar como vehículo de transmisión de babesias”, afirma. Las consecuencias de la infestación de estos parásitos en los bovinos son diversas, siendo las más comunes las lesiones cutáneas, la anemia y la pérdida de peso.

Además, la garrapata bovina también puede causar una enfermedad conocida como Tristeza Parasitaria Bovina (TPB), que puede llevar a un aumento en la tasa de mortalidad de los animales y pérdidas importantes en la calidad del producto, lo que genera pérdidas a la industria. “La Tristeza Bovina disminuye la producción de leche, prolonga el tiempo necesario para alcanzar el peso en el primer servicio y debilita el sistema inmunológico, creando condiciones para otras enfermedades. Las miasis pueden ocurrir en heridas causadas por picaduras en la piel y, por último, la industria del cuero se ve muy afectada, ya que el cuero pierde calidad debido a las cicatrices”, resalta Luciano.

Al realizar el control de garrapatas en bovinos en granjas, el uso de garrapaticidas debe ser cauteloso

El mejor remedio para las garrapatas en bovinos son los acaricidas químicos. Estos productos se basan en insecticidas como el Fipronil, que no son tóxicos para el ganado. Sin embargo, es importante desarrollar estrategias para reducir el número de aplicaciones anuales, lo que evitará posibles impactos ambientales, tales como el desarrollo de resistencia por parte de los parásitos al ingrediente activo del garrapaticida. “Implementar tratamientos estratégicos, generalmente a principios de primavera, que es cuando se desarrolla la primera generación de garrapatas, es una alternativa válida para reducir el número de tratamientos anuales”, sugiere Bussi.

“Esta estrategia consiste en reducir la abundancia de garrapatas desde la primera generación, lo que repercutiría negativamente en la abundancia de las generaciones posteriores y, por tanto, reduciría el número de tratamientos anuales”, añade. Además, es importante no realizar una aplicación indiscriminada en todos los bovinos, ya que la dosis debe ajustarse según el peso de cada animal. Seguir atentamente las instrucciones del prospecto también es fundamental para el éxito del tratamiento, ya que cada fabricante recomienda la aplicación en distintas zonas del cuerpo del animal.

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Formas de aplicación de garrapaticidas para el control de garrapatas en bovinos

Según Bussi, la técnica de aplicación de garrapaticidas más común en países como Argentina es el baño de inmersión. Los baños se suelen realizar con garrapaticidas como piretroides, amitraz y fosfatos. “En ausencia de resistencia a los productos utilizados, [el baño de inmersión] es un método efectivo y de bajo costo”, afirma.

Para ello es necesario un manejo cuidadoso, ya que la eficacia de la técnica puede verse mermada por errores del productor antes y después del baño. Bussi enumera algunos errores que se deben evitar: “Malas instalaciones, errores en la preparación del pie del baño y en la reposición, acumulación de costras y sedimentos por una mala limpieza, falta de controles periódicos del nivel del baño y animales sumergidos de manera incorrecta”.

También según el especialista, además del baño de inmersión, es posible controlar la garrapata bovina con remedios de aplicación tópica, como flumetrina, deltametrina, fluazuron y fipronil, e inyectables, como ivermectina, doramectina y abamectina.

Bussi también destaca otros factores que el productor debe considerar antes de iniciar el control estratégico. El primero, y uno de los más importantes, es que no se debe tratar al ganado si la infestación no supera el llamado “límite de daño económico”, que corresponde a 30 garrapatas por animal. “También debemos saber cuántas generaciones de garrapatas tenemos en un año (de 3 a 5) y no exceder el número de tres tratamientos con el mismo principio activo; la verdadera alternancia debe realizarse con productos farmacológicos totalmente diferentes. Los tratamientos son siempre rodeos completos”, subraya.

Las siguientes también son orientaciones del especialista:

– Efectuar un análisis de los baños 3 veces al año para medir la concentración de ingrediente activo y pH;

– Enviar muestras de garrapatas para análisis de resistencia a los diferentes grupos de garrapaticidas;

– Aplicar tratamientos estratégicos basados ​​en el conocimiento de la bioecología de la garrapata bovina para minimizar el número anual de tratamientos y retrasar el desarrollo de resistencia;

– Recordar los tiempos de carencia en carne y leche de los diferentes principios activos.

Para mayor eficiencia y seguridad en la aplicación de las estrategias de control, es recomendable que el productor busque orientación de un médico veterinario o de organismos de investigación agropecuaria de su país, como Embrapa, SENASA o INTA.

Técnicas de control ambiental contra garrapatas en bovinos

Además del uso de garrapaticida, existen otros métodos que se pueden utilizar para controlar las garrapatas bovinas en las granjas. Sin embargo, algunos de ellos, como el uso del fuego, son poco favorables para el productor y no presentan eficacia comprobada.

La rotación de pastos es una técnica bastante conocida que se basa en el ciclo biológico de los parásitos para reducir la infestación. “A través del uso diferido de los pastos se intenta aumentar la mortalidad de las larvas en su fase de vida libre por inanición. La rotación de pastos permite minimizar el uso de garrapaticidas y los consiguientes riesgos de resistencia a estos compuestos químicos”, comenta Bussi. Sin embargo, el costo puede ser alto. “La subutilización de los pastos que conlleva el uso de este método genera un costo económico que hay que tener en cuenta”, advierte.

También está la posibilidad de aplicar vacunas contra las garrapatas. “Existen dos vacunas contra la garrapata común bovina, una que es producida en Australia (TickGARD) y otra en Cuba (GAVAC). Ambas vacunas se formularon con el antígeno Bm86 de células intestinales de Rhipicephalus (Boophilus) microplus Bm86”, dice el especialista, y explica que las vacunas actúan reduciendo la capacidad reproductiva de las garrapatas hembra, pero las pruebas realizadas aún no son concluyentes sobre su efectividad.

“Hasta la fecha, los resultados dispares de las pruebas de eficacia de estas vacunas en condiciones de campo han limitado su uso generalizado como método alternativo para el control de la garrapata común bovina”, destaca el máster en Ciencias Veterinarias.

Con esta información podemos concluir que la aplicación de garrapaticida es el método de control de garrapatas bovinas que ofrece más seguridad y menor costo para el productor. Sin embargo, esto debe practicarse con precaución, ya que el uso indiscriminado de garrapaticidas químicos puede favorecer la resistencia de los parásitos a los principios activos. De esta forma, la planificación del control debe hacerse de forma estratégica, por ejemplo, aplicando el producto a principios de primavera para reducir las infestaciones desde la primera generación. El tratamiento se puede realizar mediante baño de inmersión o medicamentos de aplicación tópica, pero es importante recalcar que el cuidado con el manejo es fundamental para garantizar el bienestar animal de los bovinos y reducir la incidencia de enfermedades transmitidas por la garrapata común del bovino.

* Luciano Julio Bussi es máster en Ciencias Veterinarias y especialista en reproducción bovina del Instituto de Reproducción de Córdoba (IRAC) en conjunto con la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Córdoba.