Ganadería

¿El rendimiento del ordeño varía de acuerdo con la anatomía de las ubres? Entienda esta relación

11 enero 2022

El ordeño es una de las etapas más importantes en el manejo de las especies productoras de leche, como vacas, búfalas y cabras, y su buen rendimiento garantiza al productor el retorno de la inversión en la crianza, nutrición y bienestar animal. Al tratar bovinos, incluso con el buen manejo animal y conducción adecuada del ordeño de leche, la anatomía de las ubres puede afectar el volumen de la producción. Esto es lo que afirma la médica veterinaria y doctora en Microbiología Andrea Rentz, quien explicó cómo se debe preparar el productor para enfrentar este asunto en los bovinos.

ordeño de leche
Las diferentes anatomías de las ubres deben tenerse en cuenta en el ordeño de la vaca para garantizar el volumen de la leche y el bienestar animal

La anatomía de las ubres influye en el rendimiento del ordeño

De acuerdo con la médica veterinaria y microbióloga Andrea Rentz, los cruces de animales son unas de las principales causas de las diferencias anatómicas en las ubres, las cuales afectan el rendimiento del ordeño de leche. Explica que los equipos de ordeño se desarrollaron para el ganado de origen europeo, el cual tiene ubres pequeñas.

«Debemos pensar en el ajuste del equipo de ordeño para la ubre del animal. Ese equipo fue concebido originalmente para encajar en un ganado holandés con ubres pequeñas. En Brasil, tenemos muchos cruces en los cuales los animales tienen ubres muy grandes, entonces, al momento de colocar la tetera, queda muy baja», afirma.

Por esto, el productor debe dedicar más cuidado al momento del ordeño, no solamente para garantizar un buen rendimiento, sino para preservar el bienestar del rebaño. «La máquina no se pondrá en toda la ubre del animal, vamos a cerrar la aréola, comprimiendo justamente el canal de la ubre. Por lo tanto, el animal necesitará mucha más atención y cuidados en ese momento», explica Andrea.

El espesor del canal de la ubre es un factor que afecta el volumen del ordeño de leche

La médica veterinaria también destaca el espesor de la musculatura del esfínter (punta final de la ubre que se abre y se cierra para impedir la entrada de microorganismos a la glándula mamaria) como una característica que puede afectar el rendimiento del ordeño. Aunque sea una musculatura, generalmente, muy firme, según Andrea, es posible separar el rebaño entre animales de difícil y fácil ordeño. 

En el ordeño de vacas de difícil ordeño, el proceso puede ser más demorado, debido al reducido espacio en el canal de las ubres. «Los animales de difícil ordeño son los que pueden tener el canal de la ubre muy estrecho y esa musculatura muy rígida y delgada. Por ende, el ordeño será demorado. Incluso pasando muchas veces el propio estímulo del descenso de la leche por la oxitocina, este canal de la ubre no tiene un espesor suficiente para que la producción de leche de la vaca tenga flujo», sostiene.

Por otro lado, en los animales de fácil ordeño, el ordeño de la leche es más rápido, pero hay riesgo de contaminación debido a la entrada de microorganismos a la glándula. «Cuando esa musculatura queda muy relajada, no se cierra completamente, ese será nuestro animal de fácil ordeño. El ordeño puede ser rápido, pero ese canal no se cierra y, consecuentemente, puede que entren microorganismos a la glándula mamaria, porque esa barrera no existe», afirma la doctora en Microbiología. Para ello, la práctica de mantener a los animales en reposo alrededor de una hora después del ordeño, organizando el manejo de la alimentación, ayuda mucho en el control de la infección por agentes ambientales en este momento.

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La diferencia de la anatomía de las ubres posteriores y anteriores también interfiere en la producción de leche

De acuerdo con la médica veterinaria, las diferencias anatómicas entre las ubres posteriores y anteriores es otro factor que el productor debe tener en cuenta durante la fase de ordeño. Las vacas lecheras tienen más células productoras de leche en las ubres posteriores, mientras que las anteriores están limitadas por el vientre del animal y el inicio de las glándulas posteriores. Esta característica influye en la capacidad de producción de leche, conforme lo explica Andrea.

«La vaca tendrá las piernas abiertas. Con esto, caben más células productoras de leche en la parte posterior porque hay más espacio. Además, esa glándula mamaria puede llegar casi hasta el ano del animal, por lo tanto, además de tener más disponibilidad de células productoras de leche, logramos poner más células hacia arriba. En consecuencia, esas glándulas son más grandes y tendrán más capacidad», afirma la especialista.

El espacio limitado para las ubres anteriores tiene como resultado menos células productoras de leche. «Debido a esta cuestión anatómica de la vaca, se considera que las glándulas posteriores producen más leche que las anteriores», comenta. Debido a esta diferencia, se debe planificar el manejo del animal y la realización del ordeño para evitar colocar las teteras de manera incorrecta.

«Es por esto que los equipos de ordeño tienen una disposición ideal. Así, las dimensiones de la sala de ordeño están pensadas a partir del tiempo y peso de ese equipo, para que el tiempo de ordeño, tanto de las ubres posteriores como de las anteriores, sean muy cercanos, y esa diferencia anatómica no perjudique ese momento. Es decir, para que no succionemos (en relación a las glándulas anteriores con exceso de ordeño) excesivamente sin que salga leche. Por lo tanto, tendremos lista la distribución en ese equipo, previendo esa diferencia», concluye Andrea.

Además de la preocupación con las diferentes anatomías de las ubres, otro cuidado que se debe tener al momento del ordeño es la prevención contra infecciones que pueden causar mastitis bovina. Para esto, los procedimientos de predipping y posdipping son indispensables. Todos esos pasos, desde tener en cuenta la anatomía hasta el protocolo de desinfección, se deben aplicar en el manejo de las ubres.

* Andrea Rentz es graduada en Medicina Veterinaria y tiene maestría y doctorado en Microbiología de la Universidade de São Paulo (USP).