Ganadería

Los factores de riesgo del botulismo en bovinos

18 abril 2022

El botulismo en bovinos es una intoxicación causada por la ingesta de toxina botulínica tipo C o D, caracterizada por provocar una parálisis progresiva e irreversible de los nervios motores y alcanzar altos niveles de mortalidad. Para evitar brotes de botulismo en bovinos en la granja, es necesario comprender cómo se produce la intoxicación.

botulismo en bovinos
El botulismo en bovinos es una toxiinfección bacteriana que puede prevenirse con vacunación y bioseguridad

La toxina botulínica es producida por la bacteria Clostridium botulinum bajo ciertas condiciones, y estos escenarios propicios se consideran los factores de riesgo de la enfermedad. Conversamos con el doctor en Medicina Veterinaria y profesor de Enfermedades Infecciosas de los Animales Iveraldo Dutra sobre cuáles son las condiciones favorables para los brotes de botulismo bovino en la ganadería y cómo combatirlas.

La bioseguridad en el manejo es fundamental para evitar la producción de toxina botulínica por la bacteria Clostridium botulinum

La bacteria Clostridium botulinum forma parte de la microbiota intestinal de los animales y, al ser eliminada en las heces, puede encontrar condiciones favorables para producir toxina botulínica. En las granjas, la toxina botulínica tipo C o D puede encontrarse en cadáveres descompuestos o huesos presentes en los pastos, suelo, agua estancada y en alimentos contaminados con esporas de Clostridium botulinum.

Al conocerse las principales fuentes de contaminación por botulismo en bovinos, es posible organizar el manejo para evitar la proliferación de las esporas de la bacteria en la propiedad. »Los factores de riesgo son múltiples y muy presentes en el día a día de la ganadería, lo cual demanda la atención de productores, veterinarios y todos los involucrados en el manejo del ganado e incluso en la producción, almacenamiento y comercialización de alimentos. En la ganadería extensiva, la presencia de cadáveres a la intemperie, o incluso su enterramiento en los pastos, son situaciones de riesgo potencial permanente”, afirma el médico veterinario.

¿Qué hace que un animal ingiera un cadáver o agua y alimento contaminados y contraiga botulismo en bovinos?

Además de saber cómo se transmite el botulismo en bovinos, la comprensión de los factores de riesgo debe ir más allá: pero al fin y al cabo, ¿por qué un bovino ingiere un cadáver y se alimenta de agua y comida contaminadas? La osteofagia es una reacción natural del animal con deficiencia nutricional, principalmente de fósforo. La necesidad de comer huesos es una forma de complementar el bajo nivel de este mineral.

Por lo tanto, el plan de manejo debe tener un carácter preventivo para evitar la osteofagia, como explica el profesor: “El fósforo es un elemento esencial en la nutrición de los bovinos y su suplementación diaria a los animales es un componente importante de costo en el proceso de producción de carne y leche. En las regiones tropicales y subtropicales, la deficiencia de este elemento en el suelo es un factor limitante en la producción animal, lo cual requiere una suplementación mineral permanente en abrevaderos cubiertos y zonas de llegada suficiente, especialmente en época de lluvias, cuando aumenta el aporte de proteína a través de  la alimentación a pasto».

El consumo de agua y alimentos contaminados por esporas de Clostridium botulinum indica una falla sanitaria en la propiedad. El buen manejo, que sigue la bioseguridad, siempre va de la mano con la salud del animal, y en el caso de botulismo en bovinos, esta relación es aún más evidente.

“El abastecimiento de agua y alimento es un desafío permanente en la ganadería bovina. En el día a día de las granjas, hay diversas situaciones en las que la comida o el agua de bebida ponen en riesgo la salud de los animales y el botulismo representa un peligro permanente y real. En la intoxicación botulínica asociada a la ingestión de alimentos contaminados (maíz, maíz en grano húmedo, forraje, heno, ensilado etc.), el almacenamiento es un proceso crítico, puesto que el alimento ya puede venir contaminado desde el campo. Un almacenamiento inadecuado genera humedad, putrefacción, anaerobiosis y aporte de sustrato necesario para la multiplicación bacteriana, con la consecuente formación de la toxina en el alimento”, detalla Iveraldo.

La vacuna contra el botulismo en bovinos es la forma más eficaz de prevención

Asegurar que el plan de manejo y los protocolos sanitarios sigan la bioseguridad es fundamental para controlar los factores de riesgo del botulismo en bovinos. Sin embargo, la forma más efectiva de prevenir el botulismo en bovinos es a través de la vacunación de todo el ganado. En la ganadería extensiva, todo bovino mayor de 4 meses debe ser vacunado contra la enfermedad, lo cual incluye una dosis de refuerzo a los 30 días.

«Luego, la dosis de refuerzo anual mantiene la inmunidad en niveles satisfactorios durante aproximadamente un año. Las vacunas clostridiales polivalentes, que contienen toxoides botulínicos C y D, son tecnologías que garantizan una excelente protección de los rebaños bovinos. Cuando los protocolos de vacunación se combinan con otras medidas preventivas, como la suplementación cuidadosa de minerales, recolección y destrucción de cadáveres, provisión de alimentos y agua de buena calidad, el éxito en la reducción de las tasas de mortalidad y la promoción de la salud animal es total”, concluye el doctor en Medicina Veterinaria.

Se concluye, por tanto, que los principales factores de riesgo del botulismo bovino son la contaminación bacteriana del suelo, los alimentos y el agua; y la osteofagia, que es consecuencia de la deficiencia de minerales. Estos son puntos que están directamente relacionados con las prácticas sanitarias de la propiedad. Por lo tanto, la prevención y control del botulismo en bovinos se realiza a través de medidas de bioseguridad en combinación con la vacunación.

* Iveraldo Dutra es graduado en Medicina Veterinaria por la Universidad Federal Rural de Río de Janeiro y doctor en Medicina Veterinaria por la Universidad de Justus Liebig, en Alemania. Además, es profesor de Enfermedades Infecciosas de los Animales en la Universidad Estatal Paulista.