Medidas para evitar el estrés por calor en bovinos de leche
28 enero 2022
El estrés por calor en bovinos de leche sucede cuando hay un desequilibrio entre los cambios de calor del organismo del animal y el ambiente. Como las vacas son seres homeotérmicos, si las condiciones ambientales comprometen la zona de termoneutralidad, se desarrollan mecanismos fisiológicos para compensar esta inestabilidad. En climas tropicales y subtropicales, se activan diversas funciones para que el calor se disipe, tales como aumento de la frecuencia respiratoria y de los latidos cardíacos, sudoración, aumento en la ingestión de agua y disminución en la ingestión de alimentos.
Estos mecanismos necesarios para que los bovinos alcancen la homeostasis están relacionados con el bajo desempeño productivo, especialmente, debido a la baja ingestión de alimentos y, en consecuencia, de la disminución de la actividad enzimática oxidativa, de la tasa metabólica y de la alteración de la concentración de varias hormonas. Por esto, el estrés calórico en vacas lecheras se considera una importante fuente de pérdida económica en la ganadería de leche. Con el fin de comprender cuáles medidas se pueden adoptar para evitar este problema, hablamos con la doctora Anna Luiza Belli.
Las instalaciones para bovinos de leche con sistemas de enfriamiento pueden prevenir el estrés por calor
Anna Luiza explica que el uso de sistemas de refrigeración es una de las medidas más actualizadas para prevenir el estrés por calor, ya que reduce la temperatura corporal de los bovinos e incluso evita que se eleve a lo largo del día. Respecto a su funcionamiento, la veterinaria explica: “Esta estrategia se suele realizar en salas de enfriamiento o con aspersores en la línea de comedero, utilizando ciclos en los que el animal se moja primero y luego se seca con ventilación forzada”.
Belli afirma que, según la literatura veterinaria, lo ideal es que los bovinos se enfríen durante unas 4 horas a lo largo del día, tiempo que se debe dividir en periodos de 40 a 45 minutos de duración. “Durante estos ciclos, es necesario mojar mucho a los animales, con gotas gruesas que puedan llegar a la piel del ganado, y luego activar los ventiladores que deben poder desplazar el viento a una velocidad de al menos 3 km/hora. De esta forma, al asociar los momentos de aspersión de agua con la ventilación, logramos reducir la temperatura corporal de los animales a través de la evaporación, que se llevará el calor”, describe la especialista.
Los bovinos de leche deben tener acceso a sombra natural o artificial
Otra forma de prevenir el estrés por calor en las vacas lecheras es a través de la provisión de sombra o alejamiento de los animales de la luz solar directa, señala Anna Luiza. Sin embargo, la Dra. reconoce que es difícil evitar la exposición directa al sol en sistemas que trabajan en pastos o en potreros con una pista de alimentación. Por ello, aconseja: “Es posible dotar a los lugares de sombra natural o artificial, a través de árboles o sombras. En el caso de sombras en áreas de pasto, es interesante buscar árboles que no tengan una copa muy ancha, para evitar la acumulación de barro en la base por falta de sol en algún momento del día”.
Además de tener cuidado con el tamaño de las copas, Belli informa que es necesario distribuir adecuadamente la estructura de sombreado. «Es importante recordar la orientación de la estructura en relación con el movimiento del sol: busque colocar la estructura en dirección norte-sur, para que el sol pueda penetrar por debajo de la estructura y desplazar la sombra a lo largo del día, permitiendo así que la superficie no acumule demasiada humedad. En sistemas confinados, en compost barn o free stall, por ejemplo, también es importante prestar atención a la posición del galpón. La construcción de las estructuras debe realizarse con orientación este-oeste, para evitar que el sol entre en el lugar donde se alojarán los animales”.
El estrés por calor en bovinos de leche se puede detectar mediante el uso de collares de seguimiento
También existen tecnologías que se pueden utilizar en la granja para ayudar al productor a detectar vacas con síntomas de estrés por calor, como collares de seguimiento. Anna Luiza explica que esto es posible porque «los collares pueden identificar a los bovinos con signos de estrés por calor al capturar su jadeo, generando datos a partir de los lotes registrados en el programa».
Según la veterinaria, el aumento de la frecuencia respiratoria es una alteración que siempre ocurrirá en un animal con estrés térmico por calor. Esto se debe a que «el jadeo, caracterizado por una frecuencia respiratoria alta, en ocasiones superior a los 60 movimientos por minuto, y por la postura proyectada de la cabeza del animal, es uno de los principales cambios fisiológicos que utiliza el animal para intentar perder calor corporal, desde la evaporación a través de la respiración es uno de los principales mecanismos por los que el bovino puede disipar el calor corporal».
Podemos concluir que el sistema de enfriamiento que combina el rociado de agua, la ventilación y la disposición de las áreas de sombra en las granjas puede reducir significativamente el estrés por calor en el ganado de leche. Por otra parte, el uso de collares de seguimiento en el ganado de leche es eficaz para detectar signos de malestar a partir de la medición de una frecuencia respiratoria elevada, principal signo de desequilibrio entre los intercambios de calor entre el cuerpo del animal y el ambiente. La combinación de estas medidas es fundamental para evitar que este problema amenace no solo la productividad de la ganadería lechera, sino también el bienestar animal de los bovinos.
* Anna Luiza Belli es médica veterinaria egresada de la UFMG y tiene una maestría y un doctorado en Zootecnia en el área de Producción de Rumiantes, también de la UFMG.