Ganadería

Problemas podales en bovinos: ¿Cómo tratarlos?

Los problemas podales en bovinos tienen un impacto significativo en su salud, bienestar y rendimiento productivo. Uno de los principales síntomas es la cojera consecuencia del dolor y la incomodidad al desplazarse a la sala de alimentación, de ordeño y a los bebederos. Por estos motivos los bovinos que padecen estas dolencias reducen su producción de leche en un 25% per cápita, su performance reproductiva (la natalidad se reduce más del 15%) y su longevidad. A medida que la producción lechera se intensifica, estos problemas resultan cada vez más frecuentes.

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Diagnóstico de enfermedades podales en bovinos

El dolor es uno de los componentes fundamentales. Este signo se hará visible de forma temprana a través de cambios de conducta en el periodo de pastoreo y rumia, descanso, período de decúbito, así como en el tiempo y cantidad de ingesta de agua. La cojera o claudicación es uno de los cambios de conducta más evidentes y frecuentes en este tipo de patologías, observándose en el 79% de los animales con patologías podales.

También se observarán pérdidas en la condición corporal por la disminución del consumo voluntario de alimento, disminuyendo el desarrollo reproductivo, la producción de leche y carne, aumentando el número de enfermedades de la glándula mamaria, así como el aumento de los gastos de medicamentos y mano de obra.

Es así, que resulta importante realizar un examen clínico general y del sistema locomotor, con énfasis en la evaluación de las pezuñas. La evaluación física de los animales comienza desde lejos, observando al rodeo, a fin de identificar animales con claudicaciones, cambios en las posturas y otros cambios de conducta asociados.

Luego, deberá realizarse una exploración visual y palpación cuidadosa de las extremidades en busca de signos de inflamación, dolor al tacto, deformidad o cambios en la coloración o secreción en el área de las pezuñas de los bovinos. Los miembros posteriores suelen ser los más afectados, recayendo sobre ellos más del 90% de los problemas, y los dedos laterales suelen lesionarse más que el resto.

Existen factores de riesgo relacionados a la aparición de problemas podales en los bovinos y es importante identificarlos para establecer medidas preventivas. Estos son:

  • Suelos húmedos, con mal drenaje, pedregosos, terrenos accidentados y resbalosos.
  • Ingesta de carbohidratos altamente digestibles y dietas con insuficiente fibra de buena calidad, lo que conlleva acidosis ruminal.
  • Arreo de forma violenta, que puede generar resbalones y caídas en los animales.
  • Confinamiento en ambientes poco higiénicos, lo que predispone a infecciones.
  • Predisposición hereditaria, por lo cual cobra importancia la eliminación de los casos crónicos y la selección de la reposición.
  • Los animales jóvenes suelen presentar mayor incidencia de enfermedades podales.

Los problemas podales tienen un impacto significativo en la salud, el bienestar y el rendimiento productivo de los bovinos

Tratamiento para los problemas en las pezuñas en bovinos

Las enfermedades con mayor prevalencia o incidencia son la dermatitis digital, el callo o hiperplasia interdigital, la erosión de los talones, la pododermatitis aséptica difusa (o laminitis), la úlcera de la suela, la enfermedad de la línea blanca y las hemorragias de suela. Si bien cada enfermedad tendrá su particularidad en cuanto al tratamiento, algunas estrategias terapéuticas son similares entre las diferentes patologías.

La limpieza, desinfección y el desvasado correctivo son estrategias elementales para controlar varias de estas patologías. Al remover el tejido córneo de la pezuña, su mecanismo compensatorio provocará el crecimiento de nuevo tejido córneo que será de mejor calidad y más saludable que el removido. Es importante utilizar la técnica adecuada para cada enfermedad, con los materiales indicados y realizada por una persona capacitada. En ocasiones también será necesaria una cirugía para corregir el problema.

La antibioticoterapia, ya sea de forma local como parenteral, es importante para evitar infecciones en los casos no infecciosos de problemas de pezuñas, así como para evitar la propagación de bacterias en los casos de patologías podales en bovinos de origen infeccioso. La utilización de oxitetraciclina en polvo o parenteral, cefquinoma por vía parenteral o lincomicina ha ofrecido buenos resultados.

El tratamiento del dolor es fundamental para contener pérdidas productivas y reproductivas. Los agentes analgésicos recomendados en estos casos son los antiinflamatorios no esteroides (AINES), fundamentalmente meglumina de flunixin por vía parenteral cada 8-12 hs combinada con algún opioide como el butorfanol, los cuales son efectivos para el dolor moderado a severo.

También, pueden utilizarse alfa-2 agonistas como la ketamina, y anestésicos locales como la lidocaína o la bupivacaína, prestando atención a las consideraciones particulares de uso en cada caso. En casos no quirúrgicos también puede utilizarse el flunixin de administración tópica con acción transdérmica. Es recomendable combinar diferentes tipos de analgésicos para cada técnica de tratamiento, a fin de lograr un buen manejo del dolor.

Luego de resolver el problema de base, es necesario proveer a los animales en recuperación de una cama cómoda que les permita levantarse y acostarse con facilidad, facilitar el acceso a la comida y el agua, reducir al mínimo el peso que debe apoyar la pezuña afectada mediante el uso de bloques o tacos de madera. Los vendajes protectores con sulfato de cobre postquirúrgicos o luego de desvasados correctivos también representan buenas opciones como ayuda del tratamiento principal a los distintos problemas podales en bovinos.

Referencias:

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