Ganadería

Buenas prácticas en el manejo de la cría bovina y de la maternidad de las vacas

23 junio 2022

Realizar correctamente el manejo de la cría bovina y de la maternidad de las vacas en bovinos de carne es fundamental para asegurar la salud de los animales y la productividad de la granja. La falta de este cuidado puede resultar en enfermedades en los terneros, como neumonía y diarrea neonatal, que tienen altas tasas de mortalidad y afectan el desarrollo de los animales sobrevivientes.

Manejo de la maternidad en bovinos de carne
Seguir adecuadamente el manejo de la maternidad en los bovinos de carne es esencial para la salud de la vaca madre y el ternero recién nacido

En el siguiente infográfico se encuentran los principales puntos que conforman las buenas prácticas en el manejo de la maternidad en bovinos de carne. El cuidado antes, durante y después del parto es fundamental para la salud de la madre y la cría. Vea a continuación:

Manejo de la maternidad en bovinos de carne

El manejo de la maternidad en los bovinos de carne comienza con la prevención del aborto en las vacas

El cuidado de la maternidad bovina en realidad comienza con las vacas madres. El aborto de vacas es una preocupación importante que resulta en pérdidas económicas significativas para la propiedad. Por lo tanto, evitar que ocurra la eliminación del feto requiere esfuerzos. Se deben realizar exámenes ginecológicos y de laboratorio a las vacas madres para identificar la presencia de enfermedades que causan infertilidad y aborto en las mismas, tales como brucelosis, leptospirosis, diarrea viral y rinotraqueítis infecciosa bovina.

Otro paso fundamental para minimizar las pérdidas fetales y asegurar el control sanitario de la propiedad es la vacunación de las vacas madres. Y, cuando ocurre un aborto, se recomienda recolectar el feto y la placenta para someterlos a examen de laboratorio con el fin de identificar el patógeno responsable de la mortalidad. De esta forma, es posible adaptar la estrategia para evitar más pérdidas fetales.

El nacimiento de los terneros requiere un seguimiento de cerca

El manejo de las vacas madres al final de la preñez debe ser extremadamente cauteloso, pues el estrés induce el aborto de las vacas. Para asegurar el ambiente ideal al final de la preñez, se recomienda que la finca separe una parte de la propiedad para que sea un repasto de maternidad. Este debe ser un lugar controlado y tranquilo, alejado del movimiento de la granja (corrales, caminos y el flujo de máquinas y personas) y con sombra, espacio libre, comida y pienso disponible para las vacas.

En las horas previas al parto, los encargados de maternidad, trabajadores capacitados para atender la gestación, parto y maternidad bovina, deben estar atentos al movimiento de las vacas preñadas. Antes del parto, las vacas se alejan del resto del rebaño y se ponen más agitadas. Cuando llega la hora del parto, el proceso suele tardar entre 30 minutos y cuatro horas. Lo ideal es que la vaca dé a luz tumbada, ya que los partos de pie suelen tener más complicaciones e índices de mortalidad. Se debe observar el tiempo de expulsión de la placenta, que ocurre de cuatro a cinco horas después del parto, y, si supera las 24 horas, es indicativo de placenta retenida, problema que provoca infecciones y puede ser fatal.

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Cómo cuidar de terneros recién nacidos: la importancia de la curación del ombligo y la ingestión de calostro

Después del parto, el manejo de terneros recién nacidos cuenta con dos pilares: la curación del ombligo y la ingestión de calostro. La correcta desinfección del ombligo debe realizarse inmediatamente después del parto, ya que previene infecciones provocadas por el contacto de patógenos con el sitio. Y la ingestión de calostro en las primeras tres horas de vida es fundamental para la transferencia de anticuerpos al ternero recién nacido.

Además de estos dos pasos muy importantes, el cuidado de los terneros recién nacidos, en general, debe ser celoso. Además de ser una nueva vida, el ternero representa una gran inversión, por lo que un manejo adecuado evita estrés, accidentes, enfermedades y muertes.

Se concluye, por tanto, que realizar correctamente el manejo de la cría bovina de carne y de la maternidad de las vacas es fundamental para garantizar la salud de la vaca gestante, del ternero recién nacido y, consecuentemente, de la productividad de la finca. El parto es un momento sumamente delicado y decisivo, por lo que velar por el bienestar de los bovinos de carne involucrados es primordial. Después del nacimiento, el manejo de los terneros recién nacidos implica la curación del ombligo y la ingestión de calostro. Estos dos pasos son fundamentales para asegurar el desarrollo y evitar enfermedades neonatales, como la onfaloflebitis y la diarrea.