Ganadería

Onfaloflebitis, diarrea en terneros y otras enfermedades neonatales bovinas

4 abril 2022

La onfaloflebitis y la diarrea neonatal son las enfermedades más comunes de los terneros recién nacidos. Ambas enfermedades pueden desarrollarse en condiciones más complejas y tener altas tasas de mortalidad, comprometiendo la salud del animal y la producción de la granja. Por lo tanto, es fundamental adoptar una postura preventiva frente a las enfermedades que afectan a los terneros. La posdoctora en Inmunología Bovina de la Universidad de Georgia y profesora del departamento de Clínica Medicina de la Facultad de Medicina Veterinaria y Ciencia Animal de la Universidad de São Paulo (FMVZ USP) comparte más información sobre las principales causas que enferman a los bovinos en los primeros meses de vida.

diarrea neonatal en terneros
La incidencia de enfermedades respiratorias en bovinos puede reducirse a través de estrategias que contribuyan al bienestar animal

La onfaloflebitis y otras onfalopatías son infecciones causadas por la falta de protocolos de higiene posparto

La onfaloflebitis en terneros es una infección de la vena umbilical causada por la falta de higiene del lugar del posparto o por una limpieza mal hecha. De hecho, a pesar de que la onfaloflebitis es el problema más conocido, existen varias infecciones umbilicales que pueden afectar a los bovinos recién nacidos, como explica la Dra. Viviane Gomes:  “Los procesos infecciosos de los componentes umbilicales se clasifican según la estructura involucrada. Las onfalitis afectan solo al cordón umbilical externo, que pueden presentar una forma difusa (flemón) o circunscrita (apostematoso). Por otra parte, en las onfaloflebitis, además del cordón, la vena umbilical también se ve comprometida. En las onfaloarteritis, las arterias umbilicales; en las onfalouraquitis, el uraco y las panvasculitis implican la afectación de todas las estructuras umbilicales».

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Las onfalopatías infecciosas e inflamatorias tienen una etiología multifactorial, pero el principal factor determinante es la contaminación bacteriana. El problema debe evitarse mediante la limpieza adecuada del ombligo inmediatamente después de que nazca el ternero. Esta es una enfermedad peligrosa porque vuelve al animal más susceptible a desarrollar infecciones bacterianas secundarias que culminan en otros problemas graves. »Las infecciones pueden transformarse en abscesos en el hígado, arterias ilíacas internas y uraco, o incluso causar bacteriemia, seguida de cistitis, poliartritis, bronconeumonía, meningitis, uveítis, endocarditis, septicemia y muerte», cita la especialista en Inmunología Bovina. Para evitar la preocupante evolución de la enfermedad, es importante tratar la onfaloflebitis con un antibiótico formulado con sulfadoxina y trimetoprima, que combate las infecciones bacterianas primarias y secundarias.

La diarrea en los terneros puede perjudicar el desarrollo del animal y provocar la muerte

La diarrea neonatal es una de las principales causas de mortalidad de los terneros. Esta es una enfermedad resultante de la inflamación de la mucosa intestinal, que puede ser causada por agentes virales, parasitarios o bacterianos, siendo los principales el protozoario Cryptosporidium parvum, la bacteria Escherichia coli y los virus rotavirus y coronavirus. Los diferentes agentes etiológicos representan un desafío en la prevención y control de la enfermedad, ya que el único remedio para la diarrea en terneros, formulado con halofuginona, solo combate al protozoo Cryptosporidium parvum.

Esta es una enfermedad que refleja fallas en el manejo de la granja, ya que además de los agentes etiológicos, el estado nutricional e inmunológico del ternero está directamente relacionado con el desarrollo de diarrea neonatal. Según la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), la tasa de mortalidad por diarrea en terneros supera el 30% en todo el mundo. E incluso cuando el animal sobrevive, la deshidratación y desnutrición del bovino enfermo afectan el proceso de desarrollo, perjudicando la producción.

La onfaloflebitis y la diarrea neonatal pueden evolucionar a sepsis

Estas dos enfermedades de los terneros recién nacidos son comunes y pueden progresar a sepsis. »La propagación de Escherichia coli desde los focos primarios (región umbilical y/o gastrointestinal) por vía sistémica, desencadena una serie de desequilibrios en las respuestas inmunitarias y reacciones orgánicas, que evolucionan hacia un shock séptico y muerte animal por hipotensión, hipoxia y fallo multiorgánico. La sepsis es un síndrome mal diagnosticado y que a menudo se confunde con bronconeumonía, ya que uno de sus síntomas es la hiperventilación (taquipnea). Cabe destacar que la sepsis es un síndrome agudo con alto riesgo de vida que es proporcional al retraso en el diagnóstico», afirma la médica veterinaria.

El calostrado y la bioseguridad son los pilares de la prevención de enfermedades en terneros recién nacidos

La prevención de la diarrea neonatal, onfaloflebitis y otras enfermedades de los terneros recién nacidos se lleva a cabo mediante un conjunto de buenas prácticas de manejo, medidas de bioseguridad, vacunación de la vaca y calostrado en las primeras horas de vida. Un paso clave para desarrollar la inmunidad de los terneros es vacunar a las vacas contra los principales agentes que causan la diarrea: Escherichia coli, rotavirus y coronavirus. De esta forma, las vacas transferirán inmunidad a los terneros a través del calostro, que será rico en anticuerpos específicos contra estos agentes.

El riesgo de complicaciones aumenta con la falla de la transferencia de inmunidad pasiva (FTIP). Por tanto, la ingestión de calostro es una forma sencilla e indispensable de proteger a los terneros. »La FTIP se asocia a una menor tasa de supervivencia y aumenta las posibilidades de que los terneros desarrollen sepsis, diarrea, onfalopatías infecciosas y bronconeumonía», confirma la doctora en Medicina Veterinaria Clínica.

Un buen manejo y bioseguridad reflejan la estructura general de la operación de la granja. Un bovino enfermo que tuvo su salud comprometida en la infancia crece con una serie de adversidades. »Los sistemas de producción, independientemente de la edad de los animales, deben reducir al máximo la incidencia de enfermedades y muertes por un tema de sustentabilidad y rentabilidad de la propiedad, ya que la sanidad puede deducir gran parte de las inversiones en recursos naturales y financieros. La mayor susceptibilidad de los animales jóvenes, especialmente por su inmadurez inmunológica y dependencia del calostro materno, asociada también al descuido de las buenas prácticas, por aún no ser animales productivos, conllevan un alto riesgo de muerte o retraso en su inclusión en los protocolos reproductivos, edad al 1er parto y producción de leche. Lamentablemente, los animales con antecedentes de enfermedades no pueden expresar su máximo potencial genético», concluye Gomes.

De esta forma, podemos concluir que las enfermedades neonatales bovinas son complejas y son causadas por la combinación de agentes etiológicos y una mala higiene del ambiente. Son enfermedades con altas tasas de mortalidad y presentan daños colaterales que comprometen la salud del animal y la producción de la granja. Es importante recordar que el cuidado de los terneros comienza primeramente con la vaca, la que debe estar siempre al día con las vacunas contra enfermedades como el botulismo, la fiebre aftosa y la rinotraqueítis infecciosa.

* Viviani Gomes es graduada de Medicina Veterinaria de la Universidade Paulista (UNIP). Posee una maestría y un doctorado en Medicina Veterinaria Clínica de la Universidad de São Paulo (FMVZ USP) y un posdoctorado en Inmunología Bovina de la Universidad de Georgia. Es también profesora del Departamento de Medicina Clínica de la FMVZ USP y coordinadora del Grupo Especializado en Medicina Aplicada a la Cría y Recría (GeCRia), que realiza investigaciones de campo sobre la relación vaca-becerro.