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FeLV en gatos: 3 aspectos sobre la leucemia felina que merecen atención

9 agosto 2022

La leucemia felina, conocida como FeLV, es una enfermedad viral que aún no tiene cura. A pesar de que es común, el cuadro de la leucemia en gatos presenta algunos factores que pueden ser desafíos clínicos. Un ejemplo de ello es el protocolo correcto de diagnóstico, el cual debe seguirse al pie de la letra para evitar un resultado falso negativo. Hablamos con la médica veterinaria y doctora en Ciencias Veterinarias especializada en felinos, Fernanda Amorim, para aclarar algunos aspectos sobre el FeLV que exigen atención.

leucemia en gatos
A diferencia de la manifestación de la enfermedad en humanos, la leucemia felina es de origen viral, lo cual hace que el proceso de infección y el diagnóstico aún generen muchas dudas

1. El FeLV tiene cuatro subgrupos

A diferencia de la leucemia en humanos, la leucemia felina es de origen viral. Una de las características del FeLV es que tiene cuatro subgrupos, clasificados de acuerdo con la estructura antigénica de la glicoproteína de la envoltura gp70 – estos son FeLV-A, FeLV-B, FeLV-C y FeLV-T. Solamente el FeLV-A es infeccioso y transmisible entre gatos. «Los demás subgrupos surgen en gatos infectados con FeLV-A por medio de mutación y su recombinación con secuencias celulares o retrovirales endógenas presentes en el ADN felino», aclara Fernanda.

La posgraduada en Clínica Médica y Quirúrgica de Felinos aclara las características de otros subgrupos: «El FeLV-B está generalmente asociado a linfomas y leucemias y está presente en alrededor del 50% de los gatos infectados. El FeLV-C, generalmente, causa anemia arregenerativa y se encuentra en solamente el 1-2% de los gatos infectados. El FeLV-T presenta tropismo particular por linfocitos T y causa inmunodepresión grave».

Sin embargo, la clasificación en subgrupos es solamente una cuestión etiológica. «En la clínica felina, solamente estimamos el subtipo por la aparición de las clases de señales clínicas relacionadas. No existe necesidad de un diagnóstico específico del subtipo al atender a un gato con FeLV. Este tipo de identificación sólo existe a nivel investigativo en las universidades que investigan la enfermedad», afirma la Dra.

2. Los signos del FeLV no siempre hacen parte del cuadro de la enfermedad

Además de los subgrupos del FeLV, también es necesario entender el impacto de las cuatro fases de la infección: abortiva, regresiva, latente y progresiva, en la práctica clínica. El ciclo de penetración del FeLV al organismo puede durar desde semanas hasta meses, puesto que depende de variables como la carga viral, la presencia de enfermedades concomitantes y la edad del animal. El objetivo final del virus es adentrarse en la médula ósea y, si el sistema inmunológico interrumpe el proceso de infección antes de que esto suceda, la replicación viral se contiene y el gato no alcanza a desarrollar señales clínicas de la enfermedad. «El gato que tiene una infección abortiva logra crear una respuesta inmune efectiva, con producción de anticuerpos neutralizantes, antes de que el virus logre infectar las células. Por esto, en estos pacientes, no hay pruebas de la presencia de material genético del virus en el organismo, sin embargo, tienen anticuerpos detectables en la sangre», explica la especialista.

Este proceso es de autoría exclusiva del sistema inmunológico y no hay nada que el médico veterinario o el tutor puedan hacer para proteger la médula ósea del FeLV. «Infelizmente, de forma práctica, es imposible evitar la replicación viral y la progresión de las fases de infección, puesto que está relacionada principalmente con la competencia del sistema inmunológico del gato, el cual entró en contacto con el virus», confirma Fernanda. Sin embargo, la posibilidad de un cuadro con ausencia de signos de FeLV abre margen a errores en el diagnóstico.

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3. El resultado falso negativo resalta la importancia del protocolo correcto para el diagnóstico de leucemia en gatos

De acuerdo con la Dra. Fernanda, la búsqueda del diagnóstico de la leucemia felina puede iniciarse mediante las pruebas de triaje, las cuales detectan antígenos y no anticuerpos, de esta forma, los anticuerpos maternales, de vacunación o por exposición previa al virus no interfieren en los resultados. Todos los gatos, de cualquier edad, deben someterse a pruebas para FeLV. La especialista en felinos indica que las pruebas deberán hacerse, principalmente, antes de introducirlos a un nuevo ambiente, antes de la vacunación contra el virus de la FeLV, tras la exposición a gatos potencialmente infectados y en caso de que el gato presente señales clínicas de la enfermedad.

El desafío del diagnóstico yace en la interpretación de los resultados. «Muchos colegas aún tienen muchas dudas al interpretar los resultados, debido al desconocimiento de las fases de infección y de la sensibilidad y especificidad de las pruebas», dice Fernanda. De acuerdo con la especialista, el diagnóstico clínico de gatos enfermos con el uso de pruebas rápidas es el más fácil, sin embargo, «el diagnóstico del tipo de infección de los gastos asintomáticos y, especialmente, la identificación de gatos realmente negativos es lo que los médicos veterinarios deben entender mejor».

La doctora en Ciencias Veterinarias detalla cómo las fases de infección pueden afectar el diagnóstico: «Las infecciones regresivas se caracterizan por tener niveles bajos de antígenos, ARN viral y ADN proviral. Con el tiempo, las concentraciones de uno o de otro pueden disminuir a niveles indetectables, lo cual genera el aparecimiento de resultados incongruentes. La cuantificación del ADN  (mediante técnicas de PCR en tiempo real) puede ser útil para detectar una infección regresiva por FeLV en gatos con linfoma y depresión de la médula ósea. En gatos que se recuperan de la viremia (infección regresiva) ocurre integración del ADN proviral al genoma de las células de la médula ósea o de tejidos linfáticos y este se puede detectar mediante la técnica de cuantificación del ADN proviral. Además, se puede utilizar para esclarecer pruebas de antígenos no concluyentes, confirmar resultados negativos y en la fase inicial de infección, ya que se vuelve positiva antes de detectar el antígeno p27. Asimismo, los gatos que inicialmente tienen resultados positivos para antígeno p27 y ADN proviral pueden volverse regresivos, generalmente, tras 12 semanas de la infección».

Los resultados falsos negativos en las pruebas del FeLV son comunes. Para confirmar el diagnóstico, la Dra. Fernanda indica que las pruebas rápidas de antígenos, como ELISA, se deben repetir siempre tras 12 semanas o se deben complementar con la prueba molecular. El protocolo se debe repetir de la misma forma, siempre que el gato se enfrente a nuevos riesgos de exposición.

La leucemia felina presenta desafíos que exigen cuidados en la atención clínica, como la fase abortiva de la infección, el cuadro asintomático y los resultados falsos negativos en los exámenes. Por esto, es necesario ser enfáticos con los tutores sobre la importancia de la prevención de esa enfermedad sin cura, la cual se realiza mediante la vacuna contra FeLV.

*Fernanda Amorim (CRMV-RS 8567) es graduada y maestra en Medicina Veterinaria de la Universidade Federal Fluminense, es posgraduada en Clínica Médica y Quirúrgica de Felinos del Instituto Qualittas y es doctora en Ciencias Veterinarias de la Universidade Federal do Rio Grande do Sul.

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