La fiebre aftosa y su impacto en la salud pública

La fiebre aftosa es una de las enfermedades virales que afecta a biungulados domésticos y silvestres, con altos niveles de contagio y una morbilidad cercana al 100% en animales susceptibles no vacunados. Aunque no se trata de una enfermedad zoonótica, impacta significativamente la salud pública y trae graves consecuencias para la producción ganadera.

¿Cómo se transmite la fiebre aftosa?

El virus de la fiebre aftosa se transmite por contacto directo con todas las secreciones y excreciones (saliva, leche, semen, etc.) de animales infectados. Sin embargo, puede sobrevivir en el ambiente y en fómites, creando oportunidades para su transmisión indirecta. Entre las rutas de transmisión, destacan:

• Introducción de nuevos animales infectados al hato.
• Uso de instalaciones, vehículos o equipos de granja contaminados.
• Contacto con productos biológicos contaminados con el virus (agua, paja, aserrín y cascarilla, etc.).
• Aerosoles que pueden viajar grandes distancias con partículas virales suspendidas.
• Uso de prendas o calzado contaminados con el virus por parte del personal de granja o visitantes.
• Consumo de productos de origen animal contaminados. Por ejemplo, al ser usados en la formulación de dietas.

¿Cuáles son los síntomas de la fiebre aftosa?

La fiebre aftosa en bovinos se caracteriza por la aparición de vesículas o ampollas en la cavidad oral, pezuñas (incluyendo el espacio interdigital) y glándula mamaria, causando fiebre, hipersalivación, cojera, depresión e hiporexia. La gravedad de los signos varía entre especies, razas, edades y depende en gran medida de la cepa asociada a la infección. Por lo general, los animales jóvenes tienden a presentar síntomas más graves, con una mayor mortalidad.

La erradicación de la fiebre aftosa en Sudamérica

Como una de las enfermedades de declaración obligatoria para la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), todos los casos deben ser notificados oportunamente para evitar su expansión transfronteriza. Sudamérica es la única región endémica en camino a erradicar la fiebre aftosa tras un progreso sostenido en la estrategia de eliminación en la última década. Una fuerte cooperación internacional y la implementación de acciones coordinadas han permitido fortalecer la prevención, vigilancia epidemiológica y el control oportuno de los brotes.

El Programa Hemisférico de la Erradicación de la Fiebre Aftosa señala los lineamientos de trabajo y metas para lograr que Sudamérica sea declarada libre de esta enfermedad en 2025. Los últimos brotes se reportaron en Colombia entre 2017 y 2018, en la frontera con Venezuela, pero estos ya fueron controlados. A la fecha, Venezuela es el único país de la región donde la situación epidemiológica no es clara.

¿Qué pueden hacer los ganaderos contra la fiebre aftosa bovina?

• Diseñar un plan completo de bioseguridad con las directrices para el movimiento e ingreso de personal, vehículos, animales y productos a las instalaciones.
• Estar atentos al calendario de vacunación local en las zonas donde se practica la vacunación.
• Implementar un sistema registro y trazabilidad en el cual se detalle el origen de cada animal y se verifique que proviene de zonas libres de fiebre aftosa.
• Adecuada limpieza y desinfección de los equipos e instalaciones, incluyendo la disposición adecuada de biológicos.
• Adquirir piensos y concentrados sólo de proveedores certificados.

¿Qué beneficios tiene el estatus sanitario libre de fiebre aftosa?

La OMSA ha establecido los procedimientos por los cuales los países miembros pueden obtener el estatus sanitario libre de esta enfermedad. Estos se basan en un procedimiento sistemático y claro para demostrar la ausencia de la infección en una zona o en el país a través de vigilancia epidemiológica y la implementación de acciones colectivas para evitar la introducción y transmisión del virus.

La vacunación sistemática (en el calendario oficial, normalmente bianual) de los hatos es un elemento clave para el control de la enfermedad. Su uso determina el estatus sanitario oficial, el cual puede ser: país o zona libre de fiebre aftosa del ganado sin vacunación o con vacunación.

El estatus sanitario de esta enfermedad tiene implicaciones económicas asociadas a la posibilidad de acceso a lucrativos mercados internacionales para productos de origen animal. El código sanitario para animales terrestres de la OMSA destaca los criterios para comercializar de acuerdo con la clasificación de cada país o zona.

El reporte de un brote de fiebre que afecta al ganado no solo resulta en la pérdida del estatus sanitario de libre de enfermedad, sino que también genera restricciones temporales para la comercialización de los animales, productos cárnicos y otros derivados en mercados nacionales e internacionales. Esto ocasiona grandes costos para el sector pecuario derivados de las medidas de contención y manejo del brote que deben ser implementadas a gran escala.

El sacrificio sanitario de animales, la vacunación y el fortalecimiento de los protocolos de bioseguridad son las principales medidas para la erradicación de los focos de esta enfermedad. Estas medidas generan costos adicionales para el país y el gremio ganadero, debido al precio de la vacuna y la logística para lograr una cobertura vacunal óptima, la disposición de cadáveres y productos de origen animal contaminados, desinfección, cuarentena y restricción de movimientos del ganado, vigilancia epidemiológica y la tamización a gran escala para demostrar la ausencia de enfermedad.

Sudamérica va por buen camino en la eliminación de la fiebre aftosa. El control de esta enfermedad trae múltiples beneficios para el sector agropecuario de los países del bloque y para los ganaderos, y representa un triunfo en términos de bienestar y salud animal.