Rickettsia: Una zoonosis potencialmente letal

Las rickettsiosis son un grupo de enfermedades causadas por bacterias intracelulares del género Rickettsia. Estas bacterias se transmiten a los humanos por vectores hematófagos como garrapatas, pulgas, piojos y ácaros que parasitan a las mascotas. La incidencia de estas enfermedades depende de la distribución geográfica de los vectores.  

Las rickettsias transmitidas por garrapatas son enfermedades que requieren una atención especial, principalmente debido a su naturaleza zoonótica y distribución mundial. Actualmente, se considera como una enfermedad re-emergentes en Latinoamérica.  

Etiología de la enfermedad 

Dentro del género Rickettsia, existen varios grupos de bacterias. Uno de estos es el grupo conocido como fiebres manchadas, que incluye cerca de 20 especies y que son potencialmente patógenas para el humano.  

En general, cada especie de bacteria posee un vector y un huésped de preferencia. Una de las especies más frecuentes y letales para los humanos es la Rickettsia rickettsii, que produce la Fiebre de las Montañas Rocosas. Esta zoonosis es de gran importancia, ya que los vectores de esta enfermedad son las garrapatas que parasitan a los caninos, la garrapata marrón del perro (Rhipicephalus sanguineus) y garrapatas del complejo Amblyomma cajennense. 

Las rickettsias transmitidas por garrapatas son enfermedades que requieren una atención especial, principalmente debido a su naturaleza zoonótica y distribución mundial. 

La rickettsiosis en humanos 

La rickettsia en humanos se produce a través de la picadura de la garrapata infectada, que inocula las bacterias por medio de la saliva. Los individuos infectados presentan cefalea, fiebre alta, malestar general y erupciones cutáneas en extremidades, axilas y manos. Sin embargo, los síntomas son inespecíficos, lo que dificulta su diagnóstico.  

El tratamiento de la rickettsiosis consiste, principalmente, en antibioticoterapia. Es fundamental iniciar el tratamiento lo más rápido posible y bajo estricto control médico, debido a la alta letalidad asociada con esta enfermedad.  

Es importante resaltar que la principal medida de salud pública es el control del vector y su huésped. Esto implica controlar la población de garrapatas y tratar a los pacientes caninos, para reducir la exposición de las personas a esta enfermedad. 

Rickettsia en perros 

Algunas especies, como Rickettsia rickettsii, también producen rickettsia en los perros a partir de la picadura de garrapatas infectadas. Las bacterias parasitan las células del animal produciendo fiebre, linfadenopatía, anorexia y decaimiento. En algunos casos, las bacterias pueden producir miocarditis y causar la muerte del animal. 

Ante la sospecha de esta enfermedad, el profesional veterinario debe realizar el diagnóstico e iniciar el tratamiento con antibióticos rápidamente. El tratamiento y control de esta enfermedad es de extrema importancia por la gravedad para nuestros pacientes y por la posibilidad de transmisión a sus propietarios, a través de ectoparásitos.  

Prevención de la enfermedad 

La herramienta más útil para prevenir las rickettsias es controlar el ciclo del ectoparásito en los caninos. Es crucial evitar la adhesión de la garrapata en el animal y en las personas, y también cortar con el ciclo de vida de la misma. Aquí algunas recomendaciones: 

• Realizar tratamientos antiparasitarios de manera regular, y con calendarios adaptados según la zona donde habite el perro para que se mantenga siempre protegido. Estos tratamientos deben actuar sobre los estadíos inmaduros y adultos de la garrapata y ser efectivo durante todas las épocas del año.  
• Mayor precaución en el caso que se realicen visitas a una zona de mayor riesgo de infección. Se recomienda extremar los cuidados y medidas sanitarias para la prevención de los ectoparásitos en general.  
• Protección para personas si se visita una región con presencia de alguno de los vectores mencionados (garrapatas del complejo Amblyomma cajennense y Rhipicephalus sanguineus). Utilizar calzado y vestimenta para cubrir el cuerpo, repelente y luego realizar un examen del cuerpo para detectar posible adhesión de garrapatas.