Animales de compañía

Leishmaniasis en perros: vea el ciclo de transmisión y epidemiología de la enfermedad

La leishmaniasis es una de las enfermedades infecciosas más amenazantes en América Latina, ya que se relaciona con tasas crecientes de infección en diferentes regiones geográficas, tanto en humanos como en perros. En el ambiente, los perros domésticos son los principales reservorios del agente etiológico – Leishmania infantum y, por tanto, la leishmaniasis canina está directamente relacionada con el mantenimiento del ciclo de transmisión y la epidemiología de la enfermedad.

Leishmaniasis en perros

El ciclo de transmisión de la leishmaniasis comienza cuando el vector pica a un perro infectado

El principal vector de la leishmaniasis en las Américas es el mosquito paja, un flebótomo de la especie Lutzomyia longipalpis. Al morder a un perro infectado, los flebótomos hembra se infectan con el protozoario y luego lo propagan a través de la sangre a otros animales y humanos.

Estudio epidemiológico de leishmaniasis en perros en América Latina muestra mayor incidencia de casos en Brasil, Argentina y Paraguay

Según un estudio publicado en el Research in Veterinary Science, el vector de leishmaniasis canina se encuentra ampliamente distribuído en América latina, desde México hasta Argentina. Sin embargo, entre todos los países donde se aisló la L. infantum en perros, Brasil, Argentina y Paraguay se destacaron por la mayor expansión de casos de leishmaniasis visceral canina.

Este mismo estudio indica que la seroprevalencia de la enfermedad en perros varía del 3,1% al 36,0% en Brasil, dependiendo de la región, de la población evaluada, el año y el método serológico utilizado.  Por otro lado, el artículo señala que en Paraguay las tasas han variado entre el 23% y el 32% en los últimos años y que en una ciudad en la frontera entre Argentina y Uruguay se encontró una seroprevalencia para Leishmania spp. del 22% en perros.

El infográfico a continuación traduce estos datos y el ciclo de transmisión de la leishmaniasis de forma simplificada.

Leishmaniasis en perros

Sin embargo, las estadísticas sobre la seroprevalencia de la leishmaniasis en perros en América Latina pueden no reflejar la realidad de manera contundente. Como se defiende en el estudio, es difícil estimar la prevalencia real de la leishmaniasis en perros debido a algunos factores, como la superposición de áreas endémicas para la enfermedad de Chagas, lo que puede dar lugar a reacciones serológicas cruzadas entre los parásitos.

Los signos de leishmaniasis en perros pueden estar ausentes, pero el animal sigue siendo un reservorio de la enfermedad

Según el artículo del Research in Veterinary Science, otro factor que puede comprometer la precisión de los datos epidemiológicos mencionados es el hecho de que la mayoría de los perros infectados con L. infantum son asintomáticos. Las alteraciones dermatológicas como la alopecia, la descamación y las úlceras son signos muy comunes de la leishmaniasis en perros, pero pueden tardar años en aparecer. Sin embargo, aunque el perro infectado esté clínicamente sano, sigue siendo un reservorio del protozoario, perpetuando el ciclo de transmisión.

Por lo tanto, la principal forma de reducir el número de casos de la enfermedad en las Américas es prevenir el contacto de los perros con el vector flebótomo mediante el uso de cura parasitológica. De esta forma, se minimiza significativamente el riesgo de transmisión, tanto para humanos como para perros. Cabe recordar, en primer lugar, que esta enfermedad no tiene cura y que las recomendaciones sobre qué hacer en cada etapa de la enfermedad sirven para minimizar los signos y la carga parasitaria en el animal.

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