La leptospirosis es una enfermedad infecciosa causada por bacterias patógenas del género Leptospira que afecta a distintos mamíferos, dentro de ellos al perro y que puede transmitirse al ser humano.
Características de la leptospirosis canina
Esta enfermedad se encuentra distribuida a nivel mundial, sobre todo en zonas tropicales y subtropicales, donde tiende a surgir de forma aislada o en brotes epidémicos estacionales asociados a la temporada de lluvias. Esta enfermedad, al ser una zoonosis, constituye un problema emergente en la salud pública. Más de 160 especies de animales silvestres y domésticos forman parte del reservorio de la enfermedad y de la fuente de infección para el ser humano, el cual es un huésped accidental.
La leptospirosis en perros es causada principalmente por la especie patógena Leptospira interrogans y actualmente se reconocen más de 200 variedades serológicas. Los roedores constituyen el principal reservorio de la enfermedad.
Los perros pueden contagiarse de esta bacteria al entrar en contacto directo con orina, sangre o tejidos de animales infectados. El riesgo de contraer la enfermedad es mayor en aquellos perros que se localizan en asentamientos rurales, lugares donde pueda existir contacto con animales silvestres y de producción, así como, áreas con saneamiento deficiente, donde se encuentran en contacto constante con aguas residuales o suelos contaminados, y zonas donde predominan las fuertes lluvias e inundaciones.
Leptospirosis: Signos clínicos en perros
Las leptospiras ingresan al organismo de los animales a través de la mucosa (orofaríngea, ocular y nasal) y también pueden penetrar a través de la piel erosionada e intacta. Se multiplican rápidamente en la sangre generando vasculitis que en algunos casos puede llevar a un fallo orgánico multisistémico.
Los signos clínicos de leptospirosis en perros varían considerablemente, lo cual contribuye a su dificultad diagnóstica. Muchos animales no desarrollan siquiera signos evidentes, mientras que otros presentan signos clínicos graves y posteriormente la muerte, principalmente por fallo renal y hepático; este tipo de escenarios tiene relación con la serovariedad que esté afectando al perro. Se debe sospechar de esta enfermedad cuando un perro presenta los siguientes signos:
- Fiebre (generalmente durante el curso temprano de la enfermedad).
- Letargia y decaimiento.
- Inapetencia
- Poliuria y polidipsia.
- Vómitos y diarrea
- Coluria.
- Abortos.
- Ictericia.
Debido al daño endotelial causado por esta infección, muchos pacientes también pueden presentar trastornos en la coagulación los cuales se manifiestan con la presencia de petequias, equimosis, epistaxis, hematuria, melena y daño pulmonar.
Diagnóstico de leptospira canino
A causa de la dificultad del diagnóstico de leptospira en perros y la inespecificidad de los signos clínicos, esta enfermedad suele ser subdiagnosticada tanto en caninos como en humanos. Actualmente el principal método utilizado es la serología a través de la Prueba de Aglutinación Microscópica (MAT), sin embargo, tiene poca capacidad para informar el serovar infectante.
La leptospirosis es de notificación obligatoria, por lo tanto, ante la sospecha o confirmación de algún caso es indispensable avisar a las autoridades sanitarias correspondientes para que apliquen las medidas de prevención y control necesarias.
Tratamiento de la leptospirosis en perros
El tratamiento de la leptospirosis canina se debe iniciar lo antes posible. Como primera línea de elección antibiótica se recomienda la doxiciclina, penicilina o ampicilina. Dependiendo de la gravedad del cuadro clínico se debe complementar con tratamiento de soporte médico, incluyendo: fluidoterapia, antieméticos, y protectores hepáticos, entre otros. Los casos más graves deberán ser derivados a centros de internación para poder proporcionarles un monitoreo y cuidado intensivo.
Prevención de la leptospirosis canina
La leptospirosis en caninos se puede prevenir aplicando un correcto plan de vacunación considerando la prevalencia de la enfermedad a nivel regional y el estilo de vida que lleva el animal. Todos los perros que tengan acceso al exterior, y sobre todo aquellos que tengan acceso a aguas residuales y suelos encharcados deben ser vacunados.
De acuerdo con las directrices de WSAVA (World Small Animal Veterinary Association) un posible protocolo de vacunación para los médicos veterinarios de América Latina consiste en:
- Primovacunación cachorros: a partir de las 8 semanas de vida, 2 dosis con un intervalo de entre 2-4 semanas y revacunación anual.
- Primovacunación adulto: 2 dosis con un intervalo de entre 2-4 semanas y revacunación anual.
- Adultos con plan vacunal vencido: si la revacunación anual se retrasa más de 3 meses, es decir, con un intervalo de 15 meses desde la última vacuna, se debe aplicar 2 dosis con intervalo de entre 2-4 semanas para restablecer la inmunidad. Posteriormente revacunación anual.
Para un correcto manejo de la leptospirosis en perros y evitar su transmisión a los humanos es indispensable tener una visión integrada entre la salud pública, la salud animal y el manejo del medio ambiente o también conocida como “One Health”.
– WASAVA. Recommendations-on-vaccination-for-Latin-American-small-animal-practitioners-sepT/oct, 2020
-Greene C. Infectious diseases of the dog and cat. 2012. 4th Edition. Ed Elsevier
– Ministerio de Salud- Presidencia de la Nación /Enfermedades infecciosas leptospirosis Diagnóstico de Leptospirosis
– Leptospirosis humana: guía para el diagnóstico, vigilancia y control / Organización Mundial de la Salud; traducción del Centro Panamericano de Fiebre Aftosa. – Rio de Janeiro: Centro Panamericano de Fiebre Aftosa –VP/OPS/OMS, 2008
– WASAVA. Recommendations-on-vaccination-for-Latin-American-small-animal-practitioners-sepT/oct, 2020
-Greene C. Infectious diseases of the dog and cat. 2012. 4th Edition. Ed Elsevier
– Ministerio de Salud- Presidencia de la Nación /Enfermedades infecciosas leptospirosis Diagnóstico de Leptospirosis
– Leptospirosis humana: guía para el diagnóstico, vigilancia y control / Organización Mundial de la Salud; traducción del Centro Panamericano de Fiebre Aftosa. – Rio de Janeiro: Centro Panamericano de Fiebre Aftosa –VP/OPS/OMS, 2008
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