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¿Puede un gato obeso con diabetes tener resistencia a la insulina?

26 abril 2022

Según un estudio publicado en el International Journal of Applied Research in Veterinary Medicine, la incidencia de gatos obesos ha ido en aumento y viene acompañada de un aumento de los casos de diabetes felina. La publicación señala que el diagnóstico de este síndrome metabólico es aproximadamente dos veces más prevalente en gatos con exceso de masa corporal que en felinos no obesos. Esto se debe a que la obesidad en gatos es un factor de riesgo para el desarrollo de resistencia a la insulina en el organismo, lo cual se traduce en una hiperglucemia persistente y hace necesario el tratamiento con insulina exógena.

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El gato obeso con diabetes puede presentar resistencia al tratamiento con insulina debido a factores como la falta de asiduidad de los tutores a las recomendaciones veterinarias

Sin embargo, algunos gatos con diabetes no tienen un buen pronóstico, lo cual dificulta no solo compensar la insuficiente secreción de insulina por parte de las células β pancreáticas, así como también inhibir los signos de la enfermedad. Para entender qué factores pueden explicar la resistencia al tratamiento con insulina, hablamos con la médica veterinaria Sonia Lomelín, quien también es posgraduada en Medicina Felina.

El tratamiento de la diabetes en gatos obesos puede no tener éxito debido al incumplimiento de las pautas médicas o a un diagnóstico erróneo

Sonia afirma que los puntos que pueden influir en la resistencia a la insulina pueden estar relacionados tanto con las responsabilidades del tutor de la mascota como con la práctica veterinaria. “Por parte del tutor del gato, la falta de seguimiento de las indicaciones médicas. Por ejemplo, ofrecer otro tipo de alimento o premios de consumo humano o incluso utilizar jeringas distintas a las recomendadas para la aplicación”, explica.

La especialista en medicina felina también argumenta que un manejo incorrecto de la insulina puede contribuir al fracaso en el control de la diabetes en los gatos y explica que algunos tipos de insulina necesitan refrigeración. Además, otros factores también pueden explicar la ineficacia del tratamiento, como la falta de adherencia a una rutina estricta en los momentos de aplicación o la falta de llevar un registro de la ingesta de alimentos y los niveles de glucosa en sangre antes de la administración de insulina.

En cuanto a la práctica médica, Sonia reconoce que un diagnóstico incorrecto es una posible causa de que los gatos obesos con diabetes tengan resistencia a la insulina. Ella señala algunas enfermedades además de la diabetes felina que pueden ser antagónicas a una adecuada producción hormonal: “Acromegalia, enfermedad de Cushing, enfermedades infecciosas (generalmente bacterianas) no diagnosticadas y procesos inflamatorios crónicos, los cuales generan resistencia a la insulina. Hay que tener en cuenta que algunos gatos pueden presentar hiperglucemias por estrés e incluso presentar glucosuria sin ser diabéticos”.

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Cómo controlar la diabetes felina y garantizar la administración adecuada de insulina en gatos

Según un estudio publicado en Veterinary Medicine: Research and Reports, la concentración de glucosa en sangre es la guía más útil para ajustar la dosis de insulina en gatos, lo cual maximiza la probabilidad de remisión de la diabetes. Sin embargo, la médica veterinaria agrega una advertencia: “Es una buena opción, pero depende mucho del estrés del paciente. Si el examen se realiza en un hospital veterinario, debe haber un manejo y áreas cat friendly”. La hiperglucemia por estrés afecta directamente los resultados de las pruebas y representa un gran desafío para las clínicas veterinarias. La intención del manejo cat friendly es crear un ambiente para que el gato esté más tranquilo, lo que implica desde buenas prácticas de contención hasta el uso de alimento húmedo en sachet y estímulos sensoriales.

Es por ello que el estudio citado arriba recomienda el monitoreo domiciliario de la glucosa en sangre. Además, indica que la medición se realice antes de la inyección de insulina en gatos para evitar manipular dosis inadecuadas en el paciente. Sonia da algunas orientaciones que pueden ayudar a elaborar un tratamiento más asertivo: “Empiece siempre con una dosis que oscile entre 0,25 UI/kg y 0,5 UI/kg y, si es necesario realizar algún ajuste, espere una semana entre cada aumento o disminución de dosis. Además, se debe considerar que una dosis superior a 2 UI/kg puede indicar insulinorresistencia o un diagnóstico diferente”.

En resumen, el éxito del tratamiento de la diabetes felina depende tanto del correcto diagnóstico de este síndrome metabólico como del cumplimiento de las pautas médicas por parte de los responsables de los gatos. Por eso es tan importante mejorar la comunicación entre veterinarios y tutores en la clínica veterinaria. De esta forma, es posible evitar prácticas domésticas que dificultan el tratamiento, como la administración de insulina en horarios irregulares y la alimentación inadecuada de gatos obesos con diabetes.

* Sonia Lomelín Del Castillo es médica veterinaria y zootecnista graduada de la Universidad de Guadalajara y cuenta con un posgrado en Medicina Felina de la Universidad Católica de Salta.

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