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¿Qué es la leishmaniasis y qué animales son susceptibles a la enfermedad?

15 agosto 2022

La leishmaniasis es una zoonosis causada por un protozoo del género Leishmania y se transmite por la picadura del mosquito paja o jején. La enfermedad afecta predominantemente a los perros, pero otros animales como gatos y roedores también son susceptibles a la enfermedad. En América del Sur, se estima que los casos de leishmaniasis animal están en el rango de los siete dígitos y que las tasas más altas de infección se concentran en Brasil y Venezuela. Pero, después de todo, ¿por qué los perros son el principal reservorio de leishmania y cómo afecta la enfermedad a la salud animal?

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La leishmaniasis animal afecta predominantemente a los perros y uno de los principales síntomas asociados con la infección es la pérdida de peso

La leishmaniasis en perros es la principal manifestación de leishmaniasis en animales

La aparición de leishmaniasis en animales más estudiada es la canina, puesto que los perros ubicados en entornos urbanos son los principales reservorios de la enfermedad. Según la veterinaria Thaís Wendling, el hecho de que los perros sean los principales hospedadores de leishmania se debe a algunas peculiaridades de la especie.

“La gran cantidad de parásitos externos que atacan a los perros favorece la transmisión de enfermedades por estos vectores. Las características inmunológicas del animal proporcionan una alta multiplicación de los protozoos de Leishmania en su organismo y, como consecuencia, una gran concentración de protozoos en su circulación periférica. Esto facilita que los flebótomos se contaminen al realizar la succión de sangre”, afirma.

El vector de la enfermedad posee hábitos nocturnos y generalmente se encuentra en ambientes húmedos con acumulación de materia orgánica. Thais explica que el ciclo de transmisión de la leishmaniasis ocurre de la siguiente manera: «Al realizar la ingesta de sangre en un huésped infectado, las hembras de flebótomos ingieren sangre con macrófagos y monocitos parasitados, provocando su infección. Pudiendo así transmitir la enfermedad al picar a otros huéspedes, como perros o humanos, inyectando el parásito”.

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Síntomas de leishmaniasis en perros y otros animales

La manifestación de la leishmaniasis en perros puede presentarse de forma sistémica y crónica, pudiendo causar síntomas como anemia, agrandamiento generalizado de los ganglios linfáticos, crecimiento del hígado y bazo, pérdida de peso, sangrado de la mucosa nasal, daño renal y neurológico etc. También se pueden observar problemas cutáneos como alopecia, descamación, úlceras e hiperpigmentación.

Thaís explica que en otros animales los signos clínicos de la leishmaniasis son muy similares a los de la leishmaniasis canina, sin embargo, como no hay un gran número de reportes de casos en otras especies, el asunto es poco conocido. En los gatos predominan los síntomas dermatológicos, siendo frecuente la aparición de lesiones.

Sin embargo, hasta en un 80% de los casos, la leishmaniasis animal puede desarrollarse de forma asintomática, lo que dificulta su diagnóstico y, en consecuencia, también el control del ciclo de transmisión de la enfermedad. Esto se debe a que el animal infectado puede pasar años sin mostrar signos clínicos y permanecer clínicamente sano, pero sigue siendo un reservorio de la enfermedad y con capacidad de infectar al vector, continuando con la diseminación del ciclo.

Diagnóstico de leishmaniasis en perros

La confirmación del diagnóstico de leishmaniasis en perros depende de métodos parasitológicos, serológicos o moleculares, ya que los signos clínicos pueden estar ausentes o ser inespecíficos. Según un artículo publicado en la Revista Científica Electrónica de Medicina Veterinaria, el diagnóstico parasitológico es considerado por algunos autores como una prueba clave, donde se observan formas amastigotes de Leishmania en frotis de ganglios linfáticos, médula ósea, aspirado esplénico, biopsia hepática y frotis de sangre teñidos con tinciones de rutina como Giemsa, Wright y Panotic.

Este mismo estudio indica que otro método diagnóstico muy utilizado en las clínicas veterinarias es la citología por aspiración, ya que es de fácil realización. Además, las impresiones citológicas obtenidas debajo de las costras y escamas cutáneas o mediante la aspiración de nódulos cutáneos también se pueden utilizar para detectar el protozoo implicado en la etiología de la leishmaniasis.

Por último, podemos concluir que aunque la leishmaniasis puede afectar a algunos animales como gatos y roedores, los perros son los principales objetivos de Leishmania, debido a la alta carga parasitaria que estos animales poseen en la piel y que provocan la infestación. En cuanto a la manifestación de la enfermedad, esta puede variar, siendo sistémica, crónica o asintomática (en la mayoría de los casos). Por lo tanto, lo ideal es que el veterinario sepa cómo prevenir y qué hacer en cada etapa de la enfermedad, ya que la ausencia de síntomas de leishmaniasis puede ser un obstáculo para la aplicación temprana de los métodos de diagnóstico.

* Thaís Wendling Gomes (CRMV/MG 21770) es graduada en Medicina Veterinaria de la UNIVOÇOSA y es miembro de la Sociedad Latinoamericana de Dermatología Veterinaria.

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