Ganadería

Tratamiento de los parásitos gastrointestinales en bovinos

Los parásitos gastrointestinales en los bovinos afectan a su rendimiento y salud, pudiendo causar pérdidas económicas significativas debido a la disminución de la producción de carne y leche, así como a los costos asociados.

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Identificación como primera medida de ataque

Para poder tratar exitosamente a los animales que son afectados, es fundamental realizar un diagnóstico preciso. Algunos de los parásitos intestinales en bovinos más comunes incluyen:

  • Protozoarios: Eimeria bovis y zuernii (coccidios) – que afecta al intestino grueso – y Cryptosporidium parvum, uno de los causantes de la diarrea neonatal, que afecta gravemente el intestino delgado de animales recién nacidos.
  • Nematodos (gusanos redondos): Ostertagia ostertagi que afecta al abomaso, Cooperia spp. (intestino delgado), Haemonchus placei (abomaso).
  • Cestodos (tenias): Moniezia spp.(intestino delgado).
  • Trematodos (duelas): Fasciola hepatica.(hígado).

Cada uno de estos parásitos afectan diferentes regiones del sistema gastrointestinal, con lo cual presentarán signología asociada1. No obstante, la mayoría son expulsados a través de las heces de los animales afectados, y sobreviven un tiempo variable, según la especie, en el ambiente, infestando los suelos y las fuentes de agua con larvas, las cuales son consumidas por otros animales y de ese modo se multiplica la cantidad de cabezas de ganado afectadas. En ambientes con gran porcentaje de humedad y acumulación de materia orgánica, sobreviven particularmente mayor tiempo.

Puede sospecharse la presencia de huevos de parásitos gastrointestinales en bovinos basándose en los signos, historia del pastoreo y la época del año. La confirmación e identificación del tipo de parásito involucrado se lleva a cabo a través de un análisis copro-parasitológico en el cual puedan identificarse los huevos de la especie involucrada.

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Estrategias para un tratamiento integral

Para combatir eficazmente los parásitos internos en bovinos, se requiere un enfoque integral que incluya medidas preventivas y terapéuticas. Algunas estrategias clave pueden ser:

  • Control de la resistencia a los antihelmínticos: Dada la amplia y a veces inapropiada utilización de estos compuestos en los últimos años, se ha evidenciado una disminución en la eficacia de uno o varios grupos químicos debido al surgimiento de parásitos resistentes. Para prevenir esta resistencia, se deben realizar pruebas periódicas de sensibilidad en el establecimiento productivo y ajustar el uso de antihelmínticos en consecuencia. 

Un enfoque fundamental en este sentido es la aplicación del Test de Reducción del Conteo de Huevos (TRCH) a través del análisis de muestras fecales de animales tratados con diferentes agentes antiparasitarios2. Para llevar a cabo este proceso, se deben atender los siguientes pasos:

  • Seleccionar animales menores de 1 año de vida, con conteos de al menos 100 huevos por gramo (HPG).
  • Cada grupo de estudio debe incluir no menos de 15-20 individuos.
  • Distribuir a los animales de manera homogénea en cada grupo en función de los conteos de HPG, organizando los resultados de menor a mayor y asignando un animal a cada grupo de manera alternada. 
  • Recolectar de 40 a 60 mg de materia fecal por animal directamente del recto, almacenándola en bolsas de polietileno debidamente identificadas.
  • Formar al menos 2 grupos de animales: uno como grupo control sin tratamiento y otro como grupo tratado con el fármaco en estudio. Es posible incluir grupos adicionales con otras drogas o vías de administración.
  • Identificar a los animales con una caravana de color y numeración unica para cada tratamiento.
  • Administrar la dosis correspondiente a los animales del grupo tratado siguiendo las instrucciones del fabricante. 
  • Realizar un conteo de huevos en el día 0 de la administración del fármaco y otro en el día 14-15 post-tratamiento.
  • Almacenar de inmediato las bolsas con las muestras en un laboratorio a una temperatura de 4°C.
  • Utilizar la técnica de Mc Master modificada para el procesamiento de las muestras: verter 57 cm3 de solución sobresaturada de cloruro de sodio (densidad 1200) en un vaso de precipitación, agregar 3 g de materia fecal (dilución: 1/20) y agitar enérgicamente hasta homogeneizar el contenido. Extraer el líquido del nivel medio con una pipeta y transferirlo a los retículos de la cámara de conteo, previamente humedecida. Cargar los 4 retículos de la cámara de conteo (cada uno cuenta con 0,5 cm3 de capacidad cada uno), dejar reposar unos minutos y transferir al microscopio para su lectura. 
  • Contabilizar todos los huevos de nematodos en los cuatro retículos y multiplicar por un factor de 10 para obtener el resultado en HPG.
  • Para calcular el porcentaje de reducción de los conteos de HPG, se recomienda usar el promedio del grupo de muestras recolectadas en los días 14-15 post-tratamiento. La fórmula recomendada para calcular la reducción de conteos de huevos es la siguiente:

R.C.H.%=((C-T)/C)x 100

Donde T es el promedio del grupo tratado y C es el promedio del grupo control sin tratamiento a los 14-15 días post-tratamiento.

  • Interpretación de los resultados: un R.C.H. por debajo del 90% indica la presencia de resistencia antihelmíntica.
  • Es importante tener en cuenta que los resultados de este test brindan solo una estimación de la eficacia antihelmíntica, ya que la postura de huevos no siempre se correlaciona estrechamente con la carga parasitaria, y solo evalúa el efecto sobre hembras maduras.

Se recomienda incorporar en este estudio los tres grupos de antihelmínticos con distintos mecanismos de acción disponibles en el mercado: los benzimidazoles como el albendazol y fenbendazol, los levamisoles y la ivermectina. Como medida adicional para mitigar la resistencia parasitaria, es importante rotar los grupos químicos utilizados, evitando así el uso repetitivo y excesivo de un solo principio activo.

  • Manejo adecuado de pastoreo: La rotación de pasturas cada dos semanas y el descanso de los campos son prácticas efectivas para reducir la carga parasitaria3. Estas medidas disminuyen la exposición continua de los animales a los huevos y larvas de los parásitos, lo que ayuda a romper su ciclo de vida. También pueden utilizarse pasturas con menor riesgo de infección parasitaria4.
  • Tratamiento antihelmíntico estratégico: Los bovinos pueden tratarse con antiparasitarios específicos en momentos clave para maximizar la eficacia. Estos momentos pueden incluir el tratamiento al final del invierno, antes del pastoreo en primavera y durante el otoño, cuando los animales son más susceptibles a las infecciones parasitarias. El objetivo es tratar a los animales antes de que se produzca una mayor carga parasitaria y prevenir la contaminación de los pastos. 

Los antiparasitarios a utilizar deberían ser aquellos que hayan probado su eficacia en el TRCH. Resulta importante en este aspecto usar las dosis correctas con una adecuada manipulación del producto, que debe ser de calidad reconocida, así como evitar su aplicación cuando las poblaciones parasitarias en refugio son altas, por ejemplo, durante el verano5.

  • Diagnóstico regular y seguimiento: Los exámenes coproparasitológicos son esenciales para monitorear la carga parasitaria en los animales y evaluar la eficacia del tratamiento. Se recomienda realizar pruebas antes y después del tratamiento para evaluar su efectividad y ajustar si es necesario.

Los bovinos pueden tratarse con antiparasitarios específicos en momentos clave para maximizar la eficacia.

Medidas co-adyuvantes del tratamiento

Además de las estrategias mencionadas, hay otros factores que pueden ayudar a reducir la carga parasitaria en los bovinos. Estos incluyen:

  • Nutrición adecuada: Una alimentación balanceada y de calidad, pensada en función de las particularidades del sistema digestivo de esta especie, fortalece el sistema inmunológico de los bovinos, lo que los hace más resistentes a las infecciones parasitarias.
  • Manejo sanitario: Mantener un entorno limpio y sanitario es fundamental para prevenir la propagación de parásitos. Esto implica una buena gestión de las heces, la eliminación adecuada de cadáveres de animales y el control de vectores.
  • Buenas prácticas de manejo, directamente relacionadas con el bienestar animal: Esto implica proporcionar condiciones de vida óptimas, como espacio adecuado, acceso a agua limpia y atención veterinaria regular.

El tratamiento de los principales parásitos gastrointestinales en bovinos requiere un enfoque integral que incluya estrategias preventivas y terapéuticas. Como veterinarios, desempeñamos un papel crucial en la implementación de estas estrategias para garantizar la salud y el bienestar de los bovinos y la sostenibilidad de la industria ganadera.

Bibliografía